18 escaleras: diseño para subir y bajar.
En nuestra web caben desde grandes escalinatas, a pequeñas escaleras de mano que ayudan a comunicar diferentes niveles. Materiales, colores, elementos variados.
Y es que si una «escalera al cielo» está considerada una de las cumbres musicales del rock, una escalera bien hecha es, sin lugar a dudas, una pieza clave en cualquier espacio. Nos animamos a seleccionarlas con los acordes de Led Zeppelin sonando.
Escaleras de color
Son un triunfo en el juego del póker. Y también en la ciudad de Barcelona tenemos un ejemplo de que una escalera de color es un éxito rotundo. En la Casa Horta de Guillermo Santomá, el cubo central de la escalera es el centro neurálgico, un lienzo en blanco que separa ambientes a todo color, del rosa al verde más que oscuro. En este caso, la escalera aporta personalidad, y pasa de ser un elemento auxiliar a devenir la parte fundamental del interiorismo.
También un gran contraste supone la escalera de la entrada a los 110 apartamentos de Maio Arquitectos en el Eixample barcelonés. Los pisos de paleta básica en blanco y madera nada que ver tienen con la magnificencia de su espacio semiexterior de acceso. Formado por un prisma pentagonal ocre, un cubo negro, una pirámide gris truncada que aloja el ascensor, y un cilindro rosa con base elíptica que contiene la escalera.
Escaleras-almacenaje
La escalera puede ser también un espacio multiuso. Bien lo sabía el pobre Harry Potter, que pasó su infancia en una alacena, bajo una de ellas. Arquitectos e interioristas han sabido sacar buen partido de los escalones, proponiendo soluciones a cual más original.
En el caso de la flagship store de Puma en Tokio, un interiorismo dinámico busca que las escaleras actuén como elemento estructural protagonista. Además, sirven de superficie de apoyo para mostrar el producto.
Una superficie limitada no es ningún impedimento para Alts Design Office. El estudio ha hecho del almacenamiento una función adicional al espacio en su Noji House. Ya no se trata de definir una estancia cerrada para guardar las cosas, sino de hacer que ésta conviva con el resto de funciones de la casa.
La frontera entre arquitectura y arte también es motivo de inspiración. Y en el caso de la casa de Jetty y Maarten Min, además es una solución que sigue los postulados del maestro Le Corbusier.
Escaleras en miniespacios
Se puede vivir en 20 metros cuadrados. Nos lo ha demostrado el estudio de arquitectura Mycc. Y la solución es clara: desplazándose por las paredes. Este refugio urbano se inspira en los antiguos juegos de plataformas para el ordenador.
Escaleras monumentales
La escalera puede ser la parte fundamental de la arquitectura de un edificio; bien lo entienden los grandes estudios.
Moscú despierta y se quita el constructivismo de encima con la ayuda del estudio de Zaha Hadid. Su Dominion Office Building es ya un hito arquitectónico del sureste de la capital rusa. Monumental y bien pensado, una serie de escaleras interconectan las diferentes plantas a través de un atrio que permite que llegue la luz a cada oficina.
No se queda atrás Sir Norman Foster. El británico es el autor del centro de visitantes de Apple en Cupertino, un interior que brilla como un iPhone, y donde las escaleras están revestidas con el mismo cuarzo utilizado en el resto del campus.
Diversidad de materiales
Los arquitectos hacen gala de flexibilidad de materiales a la hora de crear una escalera. Según la elección, la personalidad del elemento cambia, a veces de manera radical.
La madera es siempre una aportación extra de calidez. Como en la Casa 1014 de Granollers, obra de H Arquitectes.
El hormigón, es rotundo, firme. Más, si se encuentra en contraposición con un ambiente en el que la naturaleza es protagonista. El arquitecto Luciano Kruk es un especialista de este binomio.
La cerámica, por su parte, rinde homenaje a la tradición mediterránea. En el caso de la casa frente al mar de Ferrater, galardonada recientemente con un Premio ASCER al mejor interiorismo, la escalera genera un continuo interior-exterior entre las plantas superiores y el patio de la planta baja.
Escaleras metálicas
Pero, curiosamente, en tema de escaleras no hay material más versátil que el metal, que funciona en interiores y en exteriores. Un buen acabado vale más que mil mantenimientos. Y añade un toque industrial que siempre es un acierto.
Además, soluciona la papeleta si lo que se ha hecho ha sido añadir una estructura posteriormente. Como la caja de madera que han «pegado» Alventosa Morell arquitectes a una vivienda de Caldes de Montbui.
En un antiguo pajar de Toledo, OOIIO Arquitectura ha conectado la planta baja con el piso superior mediante una escalera de caracol. Que supone un claro guiño a los tanques agrícolas.
Y una escalera bonita es de lo más fotogénico. Colocarla en un estudio de fotografía es un claro win-win. La casa de AStudio en Beijing lo demuestra.
Dijo Picasso que «Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando». En la Room of the Roof de Amsterdam, esa máxima es pan comido. Un espacio plenamente dedicado al arte y la inspiración. Con una escalera metálica de caracol mediante la que acceder a vistas únicas de la ciudad.
Escaleras con arte
Además de acceso a las mejores vistas, tal como acabamos de comentar, las escaleras pueden servir como lienzo para las mejores creaciones. En el hotel At Six de Estocolmo, Universal Design Studio quiso que la experiencia de lujo atemporal se viera desde la entrada.Un gran busto de Jaume Plensa en mármol blanco preside la escalera del hall del hotel, hecha del mismo material.
Concluimos la selección con el mejor edificio del año 2016. La galería de Damien Hirst en Londres, obra de Caruso St John. Una teatral rehabilitación en Vauxhall donde lo antiguo y lo nuevo se unen para interpretar a la perfección los espacios.
Foto de portada: Loft Panzerhalle, en Salzburgo. Obra de Smartvoll. Conoce el proyecto en Diariodesign.