Volta catalana: trece maneras de recuperar la tradición y el valor histórico en una reforma

Así se recuperó la tradicional volta catalana en los techos de este ático en el Eixample

Esta vivienda, diseñada por la arquitecta e interiorista Verónica Mimoun cuenta con una serie de características que lo hacen verdaderamente especial: una cuidada rehabilitación de los elementos constructivos originales, y un proyecto de interiorismo repleto de piezas de diseño. Gracias a una distribución abierta que permite la entrada de luz desde sus dos impresionantes terrazas, la volta catalana es la protagonista absoluta de este ático en el Eixample de Barcelona.

Arcos y ladrillo visto original enmarcan las bóvedas catalanas de este piso en el barrio de la Bonanova

La reforma de este piso estuvo a cargo de Dom Arquitectura, que decidió darle importancia a la zona de distribución de este antiguo departamento de 172 m2. Dos arcos enfrentados y paralelos delimitan esta área, rematada con techo de bóveda catalana y paredes con el ladrillo visto original. Así, el espacio sirve como distribuidor de la vivienda, dando paso a la moderna cocina, al salón comedor y a la zona de lectura y trabajo; y por otro lado a la zona de dormitorios. Los arcos que conforman la bóveda catalana están presentes en todos los techos de la vivienda, en algunas estancias se ha dejado el ladrillo original, mientras que en otras se ha tapado y pintado de blanco.

Bóvedas en blanco y madera reforman esta vivienda a cargo de Septiembre Arquitectura

Adquirida en los años 60 y tras numerosas ampliaciones para adaptarse al crecimiento de la familia, Casa Miq, como se llamó al proyecto, recupera su gran riqueza constructiva. Desde los tonos rojizos, tejas y verdes, los suelos hidráulicos, las paredes de ladrillo y piedra, o los techos de volta catalana, a la naturaleza salvaje del patio posterior o el pequeño estudio, todo inspira el nuevo diseño. Para la mayoría de espacios, Septiembre Arquitectura recupera los techos originales, con vigas de madera y metálicas que dejan al descubierto las distintas fases constructivas del edificio.

Atzur Arquitectura actualiza la típica vivienda del Eixample

El Eixample es un enclave donde tradicionalmente se popularizó el uso de la bóveda catalana. En la actualidad, muchas reformas que se siguen haciendo en ese barrio suelen encontrar la tradicional volta catalana al derribar antiguos techos. El estudio Atzur Arquitectura ha materializado en un piso de 65 m2 la impronta arquitectónica del lugar que se adapta a la perfección a la forma de vida contemporánea. El mosaico hidráulico del pavimento o la bóveda catalana de sus techos habían quedado ocultos tras diferentes reformas por materiales de poco valor. Ahora, el piso recupera estos elementos tradicionales de la arquitectura catalana en estancias como las habitaciones, pasillo o salón.

Dos casas espejo donde predominan la cerámica y el ladrillo

La volta catalana también se extiende fuera de sus fronteras. Can Xeli es el proyecto de dos viviendas en un mismo solar en la localidad valencia de Rafelbunyol. Un mural cerámico fue utilizado como material compositivo del volumen exterior de la vivienda, utilizando la base de la pieza cerámica de barro rojo para recorrer toda la casa, incluso también en el interior de una de las casas. Es allí donde también se incorporaron techos abovedados en la zona de cocina y comedor.  

La tradicional bovedilla de ladrillo el gran valor de esta reforma

El estudio de arquitectura Allaround Lab ha rehabilitado este viejo piso de 75 m2, situado en el centro de Barcelona, para adaptarlo a una joven pareja que deseaba luz, independencia, flexibilidad y espacios abiertos. La reforma constó en derribar paredes y volver a recuperar elementos tradicionales como la volta catalana en el salón, comedor, cocina y dormitorio principal.

Techos abovedados blancos para remarcar los suelos hidráulicos de este piso en Sants

Con tres fachadas y una superficie construida de 120 m2, el estudio catalán Parramon + Tahull arquitectes supo vislumbrar las bondades ocultas tras las capas de historia y una configuración espacial de origen poco acertada. El pavimento hidráulico es el gran protagonista de la vivienda, presente en diferentes tramados, colores y diseños. Las paredes y los techos se pintaron de blanco para que tuvieran mayor protagonismo, incluso la bóveda catalana que también fue recubierta.

Antiga Casa Buenavista, un hotel 100% barcelonés

Ambientes muy domésticos; piezas de mobiliario icónicas del diseño catalán; y la influencia de la generación Coderch, Mitjans y Bonet Castellana confluyen en el hotel Antiga Casa Buenavista. El edificio se vació entero y se volvió a construir con la idea de rendir un homenaje a la arquitectura modernista catalana. En este sentido, el estudio TDB Arquitectura realizó desde cero la volta catalana «Es una patente que desarrollamos nosotros. Era un sistema constructivo que ya habíamos experimentado en una obra previa, pero es la primera vez que lo aplicamos en un edificio grande y en el centro de la ciudad. Son losas prefabricadas de cerámica, que se construyen en Vic y no hay ningún edificio en Barcelona que tenga este sistema estructural».

Un dúplex en el barrio de Horta pinta la volta catalana de blanco para aportar luminosidad

El estudio de interiorismo Alex March Studio reformó este piso de Barcelona para transformarlo en un espacio, alegre y heterogéneo a través del arte, el diseño, la artesanía y revestimientos populares. Para conseguirlo, se combinaron elementos arquitectónicos en color blanco con cerámica tradicional. En los techos se ha dejado a la vista la bóveda catalana original del edificio, únicamente pintada de blanco para potenciar la luminosidad. En las paredes se combina un revestimiento cerámico rectangular en dos tonos, blanco y arcilla. Persianas venecianas de haya marrón tamizan la luz de los grandes ventanales.

Techo de volta catalana y paredes de ladrillo como telón de fondo de este piso en Gracia

Otro barrio al que también se extendió el sistema constructivo de bóveda catalana es el de Gracia. En la reforma de esta vivienda, a cargo de  Septiembre Arquitectura, se recuperaron dos elementos originales: la pared de ladrillo y el techo de bóveda catalana. Combinan de manera exquisita con la explosión de colores de muebles y texturas que habitan en todo el piso. La luz y el color son el nexo que fusionan el pasado y el presente de esta casa centenaria, que contaba además con suelos hidráulicos pero que pese a su mal estado tuvieron que sustituirse por parqué.

Bóveda catalana de color natural en esta casa del Mareseme

La tradición catalana también se extiende a la costa por fuera de Barcelona. En la reforma de esta casa de más de 140 años en el Maresme, 5LAB logró recuperar la vivienda que llevaba varios años deshabitada. El pasado del edificio y la sostenibilidad juegan un papel fundamental en una intervención donde el pasado convive sin competir con el presente. Para ello, y junto a elementos y materiales ya existentes, como los pavimentos hidráulicos, las puertas de madera o las texturas de las paredes, se incorporan otros nuevos que realzan el legado del pasado. Además, los techos se mantuvieron con la forma aboveda tradicional, combinados con vigas en estado crudo y ladrillos en tono beige, aportando aún más sensación de calidez y artesanía.

Carpinterías, mosaico Nolla y volta catalana recuperados en esta rehabilitación en el Eixample

Uno de los objetivos de esta reforma firmada por el estudio de arquitectura F2M fue recuperar y conservar los elementos originales característicos de este tipo de edificaciones del Eixample barcelonés: carpinterías, pavimentos y techos. La bóveda catalana se restauró en varias estancias de la vivienda como el salón o la cocina, mientras que en el dormitorio principal se combinó con vigas de acero en color negro.

Esta reforma en Poblenou combina antiguos techos abovedados con mobiliario de madera natural

Atzur Arquitectura ha logrado conjugar elementos tradicionales de la arquitectura catalana con las comodidades contemporáneas. ¿Su secreto? Piezas de origen rescatadas combinadas con volúmenes de almacenaje hechos a medida. El uso de la madera alternada con el color blanco ha conseguido aportar un equilibrio homogéneo perfecto. Además, se ha dejado a la vista la volta catalana del techo, pintada de blanco para incrementar la luminosidad y la sensación de amplitud.

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