De merendero a coworking: esta es la historia de cómo OAOB Arquitectura salvó este histórico pabellón en El Escorial.
El uso de los edificios puede cambiar con el tiempo y las necesidades, y es importante realizar mejoras que lo habiliten para su nueva función. Es el caso de este antiguo pabellón municipal, que había caído en desuso y servía como almacén. Tras la intervención de OAOB Arquitectura, se ha convertido en un coworking en El Escorial que sigue los preceptos passiv haus.
El ideal de la vida fuera de la gran ciudad: una posibilidad materializada en este coworking en el Escorial
Después de la pandemia quedan pocos, muy pocos urbanitas que no fantaseen con mudarse al campo. Pero irse de la ciudad no implica renunciar a los menesteres y obligaciones laborales, es importante tenerlo en cuenta. El teletrabajo, las oficinas con concepto abierto y la flexibilidad para conciliar son algunos ejemplos del cambio de paradigma que estamos viviendo en los espacios de trabajo, en los que la soledad ya no es una opción. Y para ejemplo, este coworking en El Escorial de más de 220 m2. El estudio OAOB Arquitectura ha realizado tanto el proyecto de rehabilitación como el interiorismo del antiguo Pabellón del Parque Felipe II.
En la primavera de 2018 el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial decidió que era necesaria la rehabilitación de este pabellón. Y desde entonces, ya saben, el » calvario» burocrático habitual antes de ponerse manos a la obra: gestión de permisos, licitaciones, revisión de proyectos, etc. Las cosas de palacio van despacio. El consistorio tenía claro que el objetivo principal era optimizar el espacio, adecuarlo y transformarlo en un lugar habitable y eficiente. Y la propuesta ganadora de OAOB cumplía todos los requisitos.
Un espacio condenado al olvido
Primero, un poco de historia. Terminado en 1998, este edificio municipal fue sede de la OCRE (Oficina Comarcal de Rehabilitación de Edificios) durante un tiempo. Tras varios cambios de uso, y debido a la falta de compatibilidad entre la función para la que fue concebido (espacio no habitable que funcionaría como merendero), y los usos que terminó albergando, el edificio acabó sirviendo simplemente como almacén.
Parece paradójico que el mismo lugar en el que se trabajaba para rehabilitar edificios tuviera una cubierta en mal estado, con planchas de plomo que llevaban tiempo amenazando con desprenderse. No era el único desperfecto que presentaba: la madera acusaba falta tratamiento, y los paños de vidrio simple, sustentados por finas carpinterías, no sobrevivieron al vandalismo.
Al encontrarse el pabellón en un sitio histórico, y tan cercano al monasterio, hubo que evaluar y analizar en profundidad la materialización del proyecto. Debía quedar integrado en el entorno, tener una estética comedida y que al mismo tiempo, pusiese en valor al parque Felipe II.
Un proyecto que integra la arquitectura con el entorno
El Proyecto de rehabilitación y transformación de OAOB Arquitectura, un estudio ubicado en Madrid, contemplaba la sustitución de la envolvente, un paso necesario para poder acondicionar el espacio interior. Una de las decisiones más difíciles para conseguirlo fue renunciar a la fachada original, con doble piel de vidrio y madera, que no cumplía su cometido de cerrar la envolvente térmica, e impedía el paso de luz indirecta al futuro espacio de trabajo. Las soluciones constructivas originales no se pensaron para ofrecer el confort que un espacio de trabajo necesita y hubo que reemplazar prácticamente todo el exterior, eso sí, conservando el granito.
Tras esta intervención, el pabellón se ha convertido en un edificio de bajo consumo y que necesita un mantenimiento casi nulo. En cuanto al interior, las soluciones aplicadas habilitan el interior para albergar el uso de oficina-coworking, un espacio versátil que también podrá funcionar como sala de exposiciones los fines de semana.
Materiales inteligentes para una oficina pasiva
Los materiales elegidos fueron el vidrio de alta reflectividad, el zinc y la madera. El vidrio permite que el parque se cuele «dentro» del edificio: de dentro hacia fuera, gracias a las vistas, y fuera hacia dentro, convirtiendo la luz natural en protagonista. Con el zinc se consigue la integración en el entorno protegido, ya que los edificios más representativos de San Lorenzo son de pizarra. El uso de este metal debido a su color, textura y durabilidad era la mejor opción para la cubierta y la fachada, en un edificio tan expuesto al viento, y en el que se buscaba el mínimo mantenimiento. Por último, la nueva pérgola de madera consigue delimitar el edificio original, ofreciendo protección y filtro solar en verano.
Aplicando con maestría los preceptos de las casas pasivas, el espacio quedó perfectamente acondicionado a través de una fachada y una cubierta que permiten una correcta ventilación, pero sin renunciar a un aislamiento y climatización eficientes y respetuosas con el medio ambiente.
Espacios multifuncionales y mobiliario ergonómico
Todo el mobiliario de diseño ha sido seleccionado, propuesto o diseñado, en el caso de los muebles a medida, por OAOB Arquitectura. Ergonomía, confort y flexibilidad están presentes en forma de sillas activas, que contribuyen a evitar el dolor lumbar. También en el mobiliario apilable, y en una mesa-grada, diseñada para poder transformar un espacio de estudio y trabajo en una sala multifunción. Las charlas o los debates son bienvenidos en un zona que también funciona perfectamente como área de descanso.
El resultado es un edificio actualizado, conciso, que pone en valor el entorno a través de la sencillez. Este coworking en el El Escorial es un escenario inundado de luz natural donde las ideas y el trabajo se llevan a cabo sin dejar de compartir.