Materiales a flor de piel en el restaurante Cinc Sentits de Jordi Artal.
El estudio de arquitectura e interiorismo Destila potencia al máximo los cinco sentidos a través de los materiales en el restaurante Cinc Sentits del chef Jordi Artal, Estrella Michelín y poseedor de dos Soles Repsol.
Destila & Zoo Studio: un diseño integral
El estudio de Olot Destila es el autor de este espacio, ideado en colaboración con los diseñadores gráficos de Zoo Studio. Ambos han trabajado en un concepto de diseño integral, que incluye desde la idea y el interiorismo, hasta la gestión de las obras y la identidad corporativa.
Campo-pueblo-ciudad
«Es durante a una visita al pueblo natal del chef cuando nace el concepto de la intervención, basado en el trinomio campo-pueblo-ciudad «, explican desde Destila. Tres conceptos que hacen referencia al recorrido vital de Jordi Artal durante su trayectoria profesional, desde el campo a la ciudad, pasando por la casa del pueblo de la familia, relacionados al mismo tiempo con la cocina catalana de vanguardia que ofrece en el restaurante.
El interior genera una experiencia gastronómica a través de espacios que guían al visitante por un itinerario que comienza en el campo. La primera zona está marcada por el tacto de los materiales rugosos y sin tratamiento, dispuestos en su estado más puro.
Trazos de campo
Inspirada en una reintepretación contemporánea de los trazos de los campos, esta primera zona reviste sus paredes con una característica trama. Construida a partir de pivotes de madera que recuerdan a los árboles frutales, aporta ritmo y dinamismo con las sombras genera, y estimula el sentido del tacto.
Espejos amplifican el espacio y la piedra de Sant Vicenç potencia el carácter abrupto. En el centro se disponen 4 tótems de madera para degustar un aperitivo campestre.
La calidez de la casa de campo
Más adelante, el comensal es acogido por la calidez de los elementos tradicionales más característicos de la casa de pueblo con la voluntad de transportar al comensal a la cocina de la casa del chef.
Con paredes que reproducen la irregularidad de las aberturas de las calles, se opta por un acabado cementoso que simula las fachadas de las casas del pueblo. Además, se incorpora en los huecos la cerámica vitrificada de las cocinas como elemento de reflejo.
Situada bajo unas grandes campanas de cobre, en referencia a las antiguas chimeneas de las cocinas tradicionales, una gran mesa comunal se conecta visualmente con el showcooking.
El refinamiento de la ciudad mediterránea
Como colofón, llega el ‘refinamiento’, materializado a través de la luminosidad y colores de la ciudad mediterránea. La retícula del Eixample de Cerdà modula y distribuye las mesas de la sala, uniendo las paredes del perímetro con las del patio central. Se logra así enfatizar la monumentalidad del espacio, reforzar la verticalidad de los revestimientos y así ganar sensación de altura interior.
El techo reproduce la volta catalana, aportando ritmo visual y unificando el espacio. En el punto central y como un descanso visual, se sitúa el patio interior. Revestido con piezas cerámicas doradas, en contraposición a los colores neutros del interior, recuerda a los interiores de los patios de Gaudí.
Para unificar los distintos ambientes se crea un sistema en la disposición de los materiales que permite diferenciar cada zona y al mismo tiempo aportar unidad a la propuesta.
Cinc sentits. c/ Entença, 60. Barcelona
Fotografía Ivan Raga