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Can Bordoy, un pequeño hotel con cinco siglos de historia.

El estudio de arquitectura OHLAB ha transformado una antigua edificación  abandonada en un pequeño hotel de 24 habitaciones. Can Bordoy Grand House & Garden cuenta con un precioso jardín, piscina, spa y terraza en el centro histórico de Palma de Mallorca.

Can Bordoy Grand House & Garden

La complicada y laboriosa rehabilitación de la edificación de 2500 m2 se ha prolongado más de tres años y lleva el sello de los arquitectos Paloma Hernáiz y Jaime Oliver, fundadores de OHLAB. Según cuentas ellos mismos, el concepto se acerca más al proyecto de una casa que al de un hotel. Así, el lobby, más que una recepción, parece un recibidor, el restaurante, un comedor, y las habitaciones y salones, los de una casa.

Vista del patio de entrada del hotel Can Bordoy
En el jardín y la piscina del hotel Can Bordoy, mobiliario de diseño de Moroso

Recuperar el ambiente romántico y decadente

Can Bordoy había sufrido muchísimas reformas a lo largo de sus cinco siglos de historia. No era un edificio noble que seguía las tradiciones históricas de su época. Todo lo contrario. Era la clásica casa que ha pasado por muchas manos, con intervenciones variadas y agresivas. El proyecto se propuso mantener intacto el ambiente decadente y romántico del viejo edificio, con ese poso que deja el tiempo. Durante estos años, han trabajado intensamente para respetar su pasado y sintonizarlo con los elementos nuevos.

Los salones del hotel Can Bordoy parecen los de una casa

OHLAB trataba de evitar una falsa recuperación de una historia gloriosa que la casa nunca tuvo. La técnica tradicional japonesa de Kintsugi, que repara la porcelana rota con polvo de oro y no esconde la fractura, sino que la pone en valor, ha sido su inspiración. No esconder el eclecticismo de la edificación, todo lo contrario: celebrar las diferentes capas de historia y señalar las nuevas intervenciones.

Lo primero fue estudiar las diferentes fases constructivas de la edificación, proteger los elementos más destacados, restaurar, reponer y completar. Utilizaron una paleta de materiales respetuosa con lo existente: morteros de cal, estucos, piedras nobles, etc. Luego buscaron los elementos necesarios para darle el nuevo uso de hotel y abrir la casa y el jardín a la ciudad. Se diseñó en la planta baja un corredor verde de vegetación que invade los comedores y conecta el precioso jardín mediterráneo con el patio de entrada y la calle.  

Vista de la escalera interior con espejo por fuera y madera de nogal en su interior
El último tramo, que se ha tenido que hacer nuevo, lleva una estructura metálica

En la entrada, un gran espejo que refleja la estructura de una escalera que sería imposible de reproducir hoy. En el recibidor, el techo de espejo camufla las instalaciones y duplica la altura del bar y del terciopelo que lo envuelve. En el patio de la escalera, el lucernario cenital se inunda de agua convirtiéndose en una pequeña piscina. El tramo que faltaba para conectar la última planta luce una estructura metálica. Forrada de espejo, parece que desaparece en su exterior, duplicando los reflejos por el hueco,  mientras que el interior se ha revestido con una cálida madera de nogal.

Muebles de todas las épocas           

El eclecticismo de la arquitectura se refleja en la elección del mobiliario de muy diferentes épocas y orígenes. En Can Bordoy hay piezas antiguas que OHLAB y la propiedad han ido recopilando durante más de dos años por anticuarios de toda Europa. Conviven con otros de anticuarios de Mallorca, algunos de artesanía mallorquina, como las lámparas de cristal de Gordiola, y los encontrados en la propia casa. Estas piezas se han mezclado con muebles contemporáneos de GTV Thonet, Baxter, Moroso, Artemide, Norr, Santa & Cole y Flos, cuidadosamente seleccionados y con el diseñado por OHLAB.

Las  habitaciones con muebles de diseño de Ohlab, piezas antiguos y otras artesanas
Unas cortinas delimitan el dormitorio y la zona de baño

Entre los muebles creados por OHLAB para el hotel Can Bordoy destacan las camas y el mueble bar de todas las habitaciones. La cama, con sus mesillas y cabeceros acabados en madera de nogal y terciopelo, contrastan con la textura tosca de las paredes y techos. El mueble bar, en distintas versiones, integra un escritorio extensible, iluminación y sonido.

El mueble bar, un diseño a medida realizado por los arquitectos de OhLab para el hotel Can Bordoy
Muebles de diseño y a medida contrastan con el acabado tosco de las paredes

Grandes cortinas de terciopelo camuflan los baños de las habitaciones y crean un juego escenográfico donde el baño se transforma en parte de la escena de la habitación. La idea es remarcar lo que es nuevo en lugar de ocultarlo. Así, paredes de espejo esconden los sanitarios y las duchas enfatizando la contemporaneidad de estos nuevos usos.

Escenarios escenográficos separan las zonas de las habitaciones del hotel Can Bordoy
Vista de uno de los baños del hotel Can Bordoy

Arte en las paredes

Cuadros clásicos cuelgan por toda la casa junto con una colección que el artista Pedro Oliver ha creado para el hotel. Son telas preparadas para ir colgadas directamente en la pared sin marco ni bastidor. Esto les da un aire de pieza improvisada e inacabada pero rica en texturas y matices. También hay dibujos sobre reproducciones de grabados de plantas inspirados en el jardín y una carpeta de obra gráfica con estudios sobre el trabajo de realizado para actualizar Can Bordoy.

Una serie de láminas botánicas cuelgan en las paredes de la zona de estar del hotel Can Bordoy

En el suelo del patio de escalera un vidrio circular conecta con el spa situado en el sótano y permite ver directamente el cielo a través del plano de agua de la cubierta. El Spa Dornbracht Point of Experience  está delimitado por los muros originales de piedra del S. XII, nuevos refuerzos de hormigón y delicados revestimientos de piedra natural.

Vista del spa
Lámparas mallorquinas de cristal de Gordiola

Un exquisito cóctel que conecta pasado y presente y que además de lograr el nuevo uso de Can Bordoy como hotel, dialoga en armonía con su larga historia, todo un éxito del estudio OhLab que ha recibido numerosos premios.

Entrada al  hotel Can Bordoy
Detalle de las cortinas de terciopelo

Fotos: José Hevia

Can Bordoy . Carrer del Forn de la Glòria, 14, 07012 Palma, Illes Balears

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