Una antigua nave industrial de Barcelona se convierte en una bonita casa patio.

De antigua fábrica a hogar

En el barrio industrial de Poblenou, sorprende una imponente fachada negra y roja que se integra por completo en la arquitectura de la zona. En su interior, un espacio rectangular de estética industrial se ha convertido en una casa patio gracias a Aramé Studio.

El principal reto ha residido en mantener la esencia original a través de una rehabilitación respetuosa. Techos altos, vigas vistas, microcemento en el pavimento o cerramientos y perfilería de estilo industrial que evocan el carácter del barrio en el que se ubica la vivienda. Elementos que se han combinado con una arquitectura de líneas rectas, texturas suaves y una gran pureza visual. De esta forma, sus 220m2 se distribuyen en dos plantas, ofreciendo a sus habitantes la máxima funcionalidad, flexibilidad y confort.

El patio interior, el gran protagonista

Si algo dejó claro el confinamiento domiciliario de la pandemia fue el privilegio y el placer que supone tener una zona exterior en casa. Así lo pensaron en esta reforma tanto los propietarios, como Aramé Studio. Por ello, decidieron quitar metros cuadrados a la vivienda para crear un bonito patio repleto de vegetación que nutre de luz y ventilación natural a todo el espacio.

Así pues, esta nave se ha convertido en una bonita casa abierta al patio muy característica de la cultura mediterránea. Unas grandes cristaleras de estética industrial diluyen los límites entre el patio y las estancias de ambas plantas. El microcemento empleado en el pavimento de toda la vivienda da continuidad al espacio mientras integra el exterior y el interior.

Además, el patio es el auténtico núcleo de la casa que conecta las diferentes estancias. En la planta baja, comunica el recibidor, el salón, el comedor y la cocina. En la planta superior, los altillos y los dormitorios son las únicas estancias independientes, pero que también miran al exterior. 

Conciliación doméstica y laboral

Aramé Studio ha planteado con The Red House un proyecto de reforma que facilita la conciliación doméstica y laboral de sus propietarios. Una vivienda de espacios abiertos, flexibles y funcionales pensados para el máximo confort en el día a día.

Esta sensación de gran libertad de movimiento la potencia el mobiliario escogido para el interiorismo. Un mueble de madera de maple con diferentes alturas y funcionalidades recorre la planta central adaptándose a diversos usos. Además, las grandes armariadas en cocina, dormitorios, baños y librería liberan de carga al espacio y lo dotan de mayor dinamismo.

El salón se presenta como la única zona estática de la vivienda. En él, un sofá de obra aparece encastrado en el salón y, a través de él, se dibujan estantes vistos y armarios en madera de maple.

Fotografía: Del Río Bani