Sandra Tarruella devuelve el estilo 70’s al Gran Café Santander de Madrid.
Grupo Cañadío y el equipo de Sandra Tarruella Interioristas vuelven a unir fuerzas para recobrar el alma del mítico Café Santander de Madrid. Un nuevo espacio cálido y atemporal que rinde homenaje a los más de 50 años de historia de este clásico madrileño.
El nuevo Gran Café Santander
En una de las esquinas más visitadas de Madrid, en la Plaza Santa Bárbara, se encuentran los grandes ventanales y el letrero luminoso de color naranja del Café Santander. Han sido un punto de encuentro clásico durante cincuenta y dos años, generación tras generación. Un negocio familiar que tuvo que echar el cierre en 2019 y que ahora ha vuelto a la vida de la mano de Grupo Cañadío y el equipo de la interiorista catalana Sandra Tarruella.
El nuevo Gran Café Santander es un fiel homenaje al original. Un espacio que recupera su esencia manteniendo la estética setentera de su interiorismo. Un lugar acogedor que traslada a los clientes al ambiente y la época dorada de esta emblemática cafetería.
Para ello, se ha generado un trabajo de reinterpretación y modernización a través de la distribución, la materialidad, el mobiliario y la iluminación. Gran Café Santander es el resultado de un acertado ejercicio de empatía con el sello cálido, contemporáneo y natural de Sandra Tarruella Interioristas.
Reeditar la esencia
Un espacio de dos plantas en forma de L ocupa uno de los grandes esquinazos de la capital. Su fachada, compuesta por enormes ventanales y un gran letrero naranja de luz, se convirtió en todo un símbolo de la cafetería. En su reinterpretación, el equipo de Sandra Tarruella ha diseñado una fachada en vidrio y a máxima altura que ofrece una luminosidad total en el interior del espacio. Además, la han vestido con toldos en color caldera, tal y como era la identidad del antiguo café.
En su interior, se ha apostado por la estética original, inspirada en los años 70. Tal y como ocurría entonces, una gran barra central aparece como protagonista a la entrada del local. La nueva barra respeta el aspecto retro de la anterior. Está diseñada en madera de nogal, con el frontal de polipiel verde oscuro y los cantos redondeados tan típicos del mobiliario de esa época. La pared de la trasbarra se ha materializado con una composición de baldosas artesanales en color verde oliva diseñadas ad hoc para este proyecto. Una esquina elegante y reconocible que funciona como reclamo desde el interior y desde la calle.
Detalles inspirados en los 70
Todos los detalles de Gran Café Santander han sido cuidadosamente elegidos para transmitir el interiorismo más setentero. Para ello, se ha utilizado un terrazo en colores neutros en el suelo y paneles combinados de fibras naturales y listones verticales de nogal en las paredes. En cuanto a la decoración, los tocadores en los baños y el reservado, los espejos de cantos redondeados, los textiles tipo tweed en tonos marrones, las baldosas azul marino en acabado mate de Mutina o los apliques cilíndricos de Oluce aparecen como una reedición de las tendencias de aquella época.
Además, se ha creado una zona de mesas ovaladas y amplios bancos con formas curvas en piel testa di moro, donde unos grandes apliques de Le Corbusier dan luz al espacio.
Un restaurante diseñado para funcionar todo el día, desde el desayuno a primera hora de la mañana, hasta la cena más sofisticada por la noche. El nuevo Gran Café Santander es la consolidación del tándem creativo formado por Grupo Cañadío y el equipo de Sandra Tarruella. La combinación perfecta de la esencia cántabra y el sello cálido y atemporal de la interiorista catalana.
Fotografías: Salva López
Gran Café Santander, Plaza Santa Bárbara, 4, 28004 Madrid