Hotel Casa Amsterdam: un hogar para todos.
Fundado a finales de la década de 1950 para ayudar a resolver la escasez de viviendas para estudiantes, Hotel Casa Amsterdam ha sido objeto de una completa remodelación de sus áreas públicas y salas de eventos de la mano del estudio holandés Ninetynine.
Un hotel histórico
Desde su creación, a mediados del siglo pasado, Hotel Casa Amsterdam ha funcionado como un híbrido. En su interior se han alojado temporalmente turistas, locales, estudiantes y asistentes a eventos, reuniones y conferencias. Un carácter que se conservó incluso tras mudarse a su nueva sede, en 2010.
Novedades en Hotel Casa Ámsterdam
En un edificio existente, ocupado por tres áreas separadas, destinadas a clientes muy diversos, el equipo de Ninetynine ha creado una nueva sala de estar gigante que satisface las necesidades de todos. Clave en el diseño, la «conectividad» se materializa en un espacio central que diluye la atención de funciones específicas, como el bar, el restaurante o la zona de check-in.
El área comunitaria funciona como una gran sala de estar para estudiantes. En ella, pueden relajarse, trabajar, estudiar o comer, dependiendo de su estado anímico o del momento del día.
Una gran vivienda de estudiantes
El concepto de diseño del hotel se inspira en el de una vivienda compartida. El espacio se llena de muebles que se combinan orgánicamente, generando una atmósfera de fuerte carácter. Aunque se trata de piezas nuevas, la selección da como resultado una mezcla ecléctica de texturas y formas que se remonta a los orígenes de las residencias de estudiantes.
El nuevo bar
Elemento central y clave del diseño, el nuevo bar conecta las distintas áreas y funciona como corazón del hotel. Con una cafetería junto a la recepción, el lado opuesto alberga un clásico bar de hotel. Situada junto al restaurante, esta última zona recrea una acogedora sala de estar, con una gran mesa común y cómodos asientos.
Primera planta
Utilizada originalmente como un espacio anexo para los invitados a las conferencias, la primera planta se une al vestíbulo inferior. Para potenciar la conexión entre ambos niveles, una escalera conduce a la nueva entreplanta. Además de permitir el acceso a nuevos visitantes, mejora la conexión visual entre interior y exterior.
Las plantas baja y la primera quedan ahora connectadas, potenciando la interacción entre los visitantes. Se generan espacios intersticiales donde los asistentes a una conferencia se reúnen y los huéspedes del hotel se relajan.
Con las zonas de descanso situadas alrededor del patio verde con vistas al vestíbulo, las instalaciones se adaptan a las diferentes necesidades del huésped. Desde entrar en contacto con otros participantes, a trabajar en grupo o reunirse en grupos íntimos; todo es posible.
Estanterías de MDF azul envuelven pequeñas salas de estar y extensos escritorios dispuestos a lo largo de la fachada de vidrio y el entresuelo funcionan como lugares de trabajo.
Una gran columna vertebral
Una pared de 40 metros de largo dibuja una columna vertebral visual que conecta las distintas salas de conferencias, áreas de reunión, zonas de descanso, ascensores y escaleras. Para lograr unas óptimas condiciones acústicas, la pared está hecha de paneles de cemento y madera. Un material que absorbe muy bien el sonido, utilizado tradicionalmente en las residencias de estudiantes.
Amplias y luminosas, todas las salas de reuniones se han equipado con ventanales de suelo a techo y paredes de pizarra magnética. Su diseño invita a los usuarios a levantarse y actuar, proporcionando a los visitantes todo el equipamiento corporativo necesario.
Abierto al entorno
Dominado por tonos blancos y grises, el elegante lenguaje exterior es visible también desde el interior. Dentro, los colores y materiales utilizados contrastan con esa estética sobria. Desde los tonos utilizados en la barra a media altura que divide el espacio, a la tapicería o los distintos marcos de acero, todos aportan un toque lúdico. De manera sutil, el huésped puede experimentar como los tonos más claros de la zona de recepción se transforman en colores más oscuros en el área del restaurante. Detalles en roble añaden calidez y un marcado carácter natural.
Fotografía: Ewout Huibers y Francisco Paramos
Hotel Casa Amsterdam
Eerste Ringdijkstraat 4, 1097 BC Amsterdam, Países Bajos