La asociación C40 Cities ha publicado el informe Design Guidance for Green&Thriving Public Spaces, una hoja de ruta a la hora de diseñar los espacios públicos para todo el mundo y con la mirada puesta en el cambio climático.
Entre el 2 de mayo y el 1 de junio, el mercado de San Agustín expondrá una muestra con más de cincuenta proyectos tanto finalistas como premiados de la muestra, en la que será su segunda parada del recorrido por el país tras la presentación en Sevilla el pasado septiembre y su paso por Zaragoza.
Las ciudades juegan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. Especialmente en verano, varias urbes se han apoyado en el urbanismo y la arquitectura para crear refugios ante las olas de calor y soportar las altas temperaturas.
Desde la década de los noventa, la capital de Noruega ha centrado sus esfuerzos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, su relación con la naturaleza y como resultado de todo, ser más sostenible.
Las previsiones indican que la ciudad australiana contará con ocho millones de habitantes para 2050, superando a Sídney. Con este panorama, Melbourne ha llevado adelante diferentes medidas para mejorar su calidad de vida y ser más sostenible.
Beth Galí, arquitecta y diseñadora industrial, es una de las mentes tras la transformación de Barcelona para los Juegos Olímpicos de 1992. Entre sus proyectos, destacan las áreas olímpicas de Diagonal y Vall d’Hebron, aunque también ha trabajado en el extranjero en Irlanda, Países Bajos o Alemania. Galí hace una panorámica sobre la Barcelona olímpica y la actual, reflexionando sobre el espacio público y la evolución arquitectónica de la ciudad.
La ciudad catalana está llevando adelante un proyecto de ‘super islas’ que interfieren en la vida urbana de manera sostenible. La Societat Catalana d’Ordenació del Territori ha dado el Premi Catalunya d’Urbanisme Manuel de Solà Morales a los ejes verdes barceloneses.
Estocolmo, Gotemburgo y Helsingborg son algunas de las ciudades que están implementando módulos de madera en sus calles para hacerlas más inclusivas, saludables y llenas de vida.
La ciudad canadiense es otra de las grandes urbes que apuesta por implementar áreas verdes para reducir las emisiones de carbono. En concreto, Toronto cumple desde hace años con un reglamento sobre techos verdes para edificios de nueva construcción o ampliaciones.
El Centre de Cultura Contemporània de Barcelona distingue desde el año 2000 las mejores intervenciones de creación, transformación y recuperación de los espacios públicos de las ciudades europeas.
Las obras buscarán dinamizar los usos de la plaza con el nuevo centro de atención primaria Raval Nord y la ampliación del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), que corre a cargo de HArquitectes y Christ&Gantenbein.
El proyecto que ideó Lucio Costa junto a Oscar Niemeyer ha pasado de ser ejemplo mundial a fracaso absoluto. Hoy, Brasilia se debate entre la modernidad y la adaptación a una ciudad que, al final, no fue tan bien planificada.