Design Studio MIID proyecta una casa de alma brutalista en la costa vizcaína.
Vidrio, acero, madera y hormigón. Con estos cuatro materiales, Design Studio MIID ha reformado una vivienda en la localidad vizcaína de Sopelana que es una auténtica oda a la arquitectura en crudo. Un recorrido a través de la artesanía, el diseño y la inspiración brutalista.
Un gran hito para MIID
Desde sus orígenes, Design Studio MIID se ha posicionado como una firma de diseño y fabricación de piezas de mobiliario. En su céntrico showroom de la calle Dos de Mayo en Bilbao, producen sus colecciones de manera artesanal para vestir espacios únicos. De esta forma, la rehabilitación de esta vivienda supone un gran hito para el estudio: su primera incursión en el mundo del interiorismo y la dirección de obra. Con la colaboración de Iriarte y Salvador Arquitectos, han podido proyectar por completo el interior de esta casa.
Ubicado en el pueblo costero de Sopelana (Bilbao), se encuentra este espacio a doble altura, de espacios abiertos y mucha luz natural. La planta baja alberga las zonas de día: la cocina, el salón y el comedor. Sus grandes ventanales permiten la continua entrada de luz y una conexión total con el exterior.
Una escalera de peldaños volados en acero conduce hacia la segunda planta. En ella, se presentan las zonas más íntimas como los dormitorios, los baños, un coqueto estudio y una sala de yoga y mindfulness. Los diferentes espacios están conectados a través de cristaleras que introducen la luminosidad de la costa en todos los rincones generando una mayor sensación de amplitud y espacialidad.
Arquitectura en bruto
Con el brutalismo como punto de partida, Design Studio MIID ha creado una vivienda en la que la materialidad es la verdadera protagonista. Así pues, sorprende el contraste entre los techos de hormigón y las columnas vistas en bruto con la calidez que aporta la madera de sus ventanas y lucernarios. Las paredes blancas y el suelo porcelánico de Saloni dibujan el lienzo perfecto para introducir las piezas de mobiliario diseñadas por el estudio.
Por su parte, las cristaleras interiores y la barandilla acristalada dotan de continuidad al espacio. Además, el acero aparece como hilo conductor de la vivienda. En sus diferentes versiones y acabados, como el acero galvanizado o decapado, compone el mobiliario que viste la casa. Mesas, sillas, taburetes, lámparas y cuadros que combinan el acero con siluetas esculturales.
Iluminación y eficiencia energética
Debido a que la vivienda está proyectada mediante espacios abiertos, ha sido necesario aplicar estrategias de eficiencia energética. Por eso, Design Studio MIID ha apostado por instalar la climatización radiante en el pavimento. Una solución que dota de mayor confort al hogar mientras reduce el consumo.
El estudio ha diseñado también de manera minuciosa el proyecto de iluminación. Las lámparas 2097/30 de Gino Sarfatti para Flos colonizan el espacio del salón-comedor. En el resto de la casa, aparecen sencillas luminarias colgantes y de superficie, apliques de pared o empotrados en el techo. Entre ellas, destaca el modelo Confetti de Nutcreatives que corona los dormitorios. Una lámpara colgante fabricada de manera artesanal en un taller de València a partir de virutas de plástico recicladas.
Fotografía: Biderbost Photo