Duchas de diseño a la conquista del baño. 11 ejemplos que nos gustaría tener en casa.
Tras años reinando en solitario, la bañera empieza a compartir espacio con espectaculares duchas que nada tienen que envidiar a sus voluminosas compañeras. Ocupan menos, son elegantes, funcionales y, sobre todo, relajantes. Las duchas de diseño también quieren su protagonismo.
Con borada de colores
La combinación de baldosas blancas con borada roja está de moda. Si, además, le añadimos grifería negra mate, ya tenemos un baño de lo más actual. Este diseño es del estudio Forma para un tríplex ubicado en la localidad costera de Vilanova i la Geltrú.
Atrévete con suelo azul
El hilo conductor de esta vivienda, un original azul eléctrico, también se cuela en el baño. Las baldosas blancas con borada oscura de la ducha generan un contraste interesante en este espacio tan moderno como elegante. Es una rehabilitación de Vallribera Arquitectes.
La ducha del dique
Una tradicional Dijkhuis al norte de Ámsterdam, con un jardín en un nivel inferior a la vivienda, es el escenario perfecto para darse una buena ducha. El baño se encuentra revestido de azulejos brillantes en la pared y mate en el suelo, al igual que cuenta con un protector anti-salpicaduras transparente.
En una vivienda histórica
Tarragona acoge este proyecto del estudio de arquitectura NUA, que bien podría ser un diálogo entre pasado y presente. El baño conserva parte de su pared original, la cual se mezcla con la elegancia de la ducha: finas baldosas verticales y grifería negra ponen la guinda contemporánea al proyecto.
Con celosía diseñada por Urquiola
Las duchas tienen más tirón si se encuentran en un estiloso alojamiento en el centro de Roma. El juego de contrastes entre la pared gris de la ducha y el tono rosado de las baldosas convierten el espacio en un gustazo para todos los sentidos. Además, la celosía que separa la pared de la ducha de la habitación forma parte de una línea diseñada por Patricia Urquiola para Mutina.
Blanca y elegante
La ducha de esta vivienda rehabilitada por el estudio CO-A es el ejemplo perfecto de que lo sencillo no tiene por qué ser aburrido. La delimitación entre la ducha y el resto del baño es tan clara que podría ser un espacio completamente independiente. Un oasis de calma para tener tu momento de paz bajo el agua.
En medio del salón
Cuando tienes un piso de apenas 40 m2, la imaginación es clave. En este caso, el estudio BURR ideó un núcleo central que integra, entre otras cosas, una ducha perfectamente funcional. Las baldosas cuadradas, con boradas negras, le dan un toque de diseño muy actual.
Una ducha de pavés con mucha luz
Esta vivienda de Chamberí, que firma el estudio Martín Peláez, cuenta con un mix and match de contrastes por todo el espacio. Sin embargo, también hay un elemento común: la luz natural. Esta se cuela en la ducha gracias los pavés de vidrio que actúan como separador del resto de las estancias.
Con puertas
Casa Caño es el nombre del proyecto liderado por los arquitectos arquitectos catalanes Manu Pagés y Víctor Lacima. La ducha, sencilla, blanca y con grifería metálica, se encuentra delimitada por una estructura metálica. Aún así, no pierde la esencia diáfana del proyecto: las puertas son que la rodean son transparentes.
Junto a la ventana
Parramon + Tahull Arquitectes firma la rehabilitación de este apartamento en el barrio de Gràcia. Los suelos cerámicos que caracterizan al proyecto se cuelan en el baño, pero no en la ducha. Sin embargo, es un espacio que sigue jugando con los mismos tonos: baldosas blancas, borada tostada y un gran ventanal con estructura natural.
De terrazo
Esta vivienda, construida alrededor de un patio, goza de vistas espectaculares desde todas las estancias. Sí, ¡también desde la ducha! El espacio cuenta con un diseño veteado tanto en el suelo como en las paredes, cuya continuidad se ve interrumpida por una ventana al exterior.
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