Rehabilitación de una vivienda unifamiliar en el Maresme con más de 140 años.
5LAB, el estudio de interiorismo y diseño liderado por Iñigo Gomez y Roberto Paparcone, son los autores de la espectacular transformación de una casa familiar en el Maresme, Barcelona. Tras varios años deshabitada, se ha convertido en el hogar de la nueva generación de la familia propietaria.
«Desde un primer momento fue prioritario el componente emocional de la vivienda», cuentan Iñigo y Roberto, de LAB. Señalan cómo la intervención trata de mantener el espíritu de los espacios originales. Para ello, se derruyeron varios volúmenes anexos que habían ido construyéndose a lo largo de los 140 años de historia de la casa. Intervenciones, muchas de ellas, que habían convertido en zonas oscuras y sin ventilación varias estancias de la casa.
Dos espacios exteriores opuestos y complementarios
La eliminación de estos ‘añadidos’ permitió ganar en la zona posterior un amplio patio. Un rincón fresco para refugiarse durante los meses más calurosas, que además aporta luz y ventilación a la parte trasera. En él, un antiguo pozo a modo de pieza decorativa incorpora un guiño a épocas pasadas.
En el lado opuesto, la fachada principal mantiene los colores y huecos originales, con la gran puerta de madera restaurada como elemento protagonista. En contraste con la zona posterior, aquí el exterior es colonizado por una pequeña terraza y un jardín donde disfrutar del sol durante todo el año.
Ecosostenibilidad y memoria
El pasado del edificio y la sostenibilidad juegan un papel fundamental en una intervención donde el pasado convive sin competir con el presente. Para ello, y junto a elementos y materiales ya existentes, como los pavimentos hidráulicos, las puertas de madera o las texturas de las paredes, se incorporan otros nuevos que realzan el legado del pasado. «Hemos querido rehabilitar y reutilizar al máximo los materiales y el mobiliario de origen», cuentan los arquitectos en una clara apuesta por la realización para reducir la huella ambiental. El proyecto apuesta también por una mejora en la eficiencia energética, tanto a nivel de aislamientos, como en las instalaciones.
Mínima intervención en la distribución
La planta baja y la entreplanta conservan la distribución original; tan solo se ha añadido un pequeño lavabo de cortesía. En la baja, el tono blanco del pavimento continuo refleja la luz por todo el espacio y potencia la continuidad.
En la entreplanta y planta primera se recuperó en pavimento hidráulico original, recolocado ahora en función de la nueva distribución de dormitorios y baños. La característica estructura de madera que soporta la cubierta, así como las puertas recuperadas presiden las habitaciones, donde las estancias delanteras disfrutan de impresionantes vistas sobre el mar.