Naked House, en Gran Canaria, reivindica la austeridad material.
En el histórico barrio obrero de Guanarteme de Las Palmas de Gran Canaria, la Naked House de XStudio rescata la memoria de lo construido a través de una cuidada recuperación de los elementos originales.
Naked House. Guanarteme, Las Palmas de Gran Canaria.
Naked House ocupa una parcela entre medianeras de Guanarteme, un barrio tradicionalmente obrero y que estos últimos años ha sido víctima de un descontrolado crecimiento urbanístico. Una expansión sin control, que ha transformado el tejido edificatorio de una zona en la que ahora conviven edificios a gran escala con humildes viviendas de construcción.
XStudio interviene en una de estas antiguas casas a través de un proyecto que se concibe como una oportunidad para reivindicar otra forma de habitar. «Naked House es un ejercicio de recuperación y puesta en valor de lo existente, entendiendo como principal activo el contexto histórico y cultural en el que la arquitectura original tuvo lugar», cuentan los arquitectos.
Austeridad material y económica
Con un estudio de diseño en la planta baja, la vivienda en la primera y un área de esparcimiento en la cubierta, la intervención se afronta desde la austeridad, material y económica. De esta forma se construye un nuevo espacio doméstico donde el interior mantiene cierta distancia con el entorno.
En torno a un patio
Trabajado desde la sección, el proyecto recupera y potencia el patio, como un vacío vertebrador en torno al cual se organizan los distintos espacios. Para ello, se amplían los huecos existentes, favoreciendo las conexiones visuales y volcando la vivienda al interior. Al mismo tiempo, el edificio se abre cenitalmente a través de tres lucernarios que se destapan al cielo y multiplican la entrada de luz natural.
Un interior que se desnuda
A nivel material, se desnuda la envolvente interior mediante un ejercicio de decapado que recupera la historia del edificio y deja al descubierto materiales y técnicas constructivas originales. Losas de hormigón, paredes de carga de ladrillo silicocalcáreo y muros “cajón” dibujan el nuevo telón de fondo. En él se combinan acabados en crudo y blanco, y la luz natural realza las distintas texturas.
Reducida paleta material
En línea con toda la intervención, las instalaciones se conciben como una capa superpuesta que potencia el contraste entre lo nuevo y lo existente. El resto de elementos añadidos apuestan por una reducida paleta de materiales, como la madera de pino del mobiliario y nuevas carpinterías hechas a medida. Además, el microcemento de las zonas húmedas y el hormigón fratasado de un pavimento generan una interesante dualidad entre el suelo nuevo y el techo original.
Fotografía: David Rodríguez