Diseño enérgico y sabroso para una hamburguesería en Valencia.
Cada rincón de Frankie's Burger Bar desprende energía y dinamismo. Su interiorismo, firmado por Samaruc Estudio, dialoga con el grafismo y la imagen de marca de Creatias Estudio, que se despliega en paredes, techos y suelos.
Un local muy gráfico y sensorial
Cuando un restaurante propone una experiencia integral a través del diseño parece que los sentidos se confunden. Así pasa con el interiorismo de Frankie’s Burger Bar en Valencia. En esta nueva hamburguesería todo hace referencia a la imagen de marca y su grafismo se ha utilizado como recurso decorativo, potenciando la experiencia sensorial. Los creadores de este concepto, Pablo Pérez y Fran Sabater, de Samaruc Estudio, han desarrollado el diseño apoyándose en Carlos Sánchez, de Creatias Estudio, encargado de la imagen gráfica y aplicación de marca.
«Partimos de la idea que tenían nuestros clientes de implantar en la ciudad un restaurante que siguiera la historia y tipología de los ‘Burger Bar’ holandeses y centroeuropeos. Buscaban un local informal, contemporáneo, lúdico y atractivo, que estuviera a la altura de la gran calidad del producto y la comida que producen, difícil de olvidar, y que sin duda te invitara a volver», explican los diseñadores. Un toque retro, una iluminación cálida, mucho color, y el resultado está servido, como las hamburguesas del restaurante.
El diseño gráfico hecho interiorismo
«El concepto para la identidad de marca transforma el naming en esas líneas incandescentes de la parrilla, cuando la hamburguesa está en el fuego», explica el diseñador gráfico de Creatias. Jugando con la ilusión óptica tridimensional, el diseño se transforma en un elemento decorativo dentro del restaurante, ubicado en el centro de Valencia. Tanto es así, que recorre y envuelve el espacio, por suelo, paredes y techos. Estos diseños son los mismo que aparecen en el packaging, las cartas, la web, la cartelería o la señalética.
Los colores a la brasa
La elección de la paleta de colores también parte del proyecto gráfico y apela a la propia experiencia gastronómica. El rojo vibrante, como las ascuas de la brasa, es el color protagonista. Domina todos los espacios, desde la cocina hasta la zona de comedor y el baño. «La peculiaridad del local en cuanto a su distribución y la división de la sala en dos espacios nos sirvieron de excusa para crear ambientes diferenciados. En cada uno, el color, la iluminación y los recursos gráficos consiguen un entorno cambiante. Además, los materiales empleados están relacionados con la iconografía clásica de un espacio gastronómico dedicado a las hamburguesas premium«, cuentan desde el estudio.
Así, los 145 metros cuadrados de este restaurante ubicado en un edificio histórico del centro de Valencia ofrecen un verdadero viaje gastronómico que entra por los ojos.
La cocina, abierta y a la vista, con una gran barra de trabajo, se integra en la sala formando parte del espectáculo. Así, en el restaurante, el cliente no solo puede crear su propia hamburguesa eligiendo cada ingrediente, sino también contemplar su elaboración. Unas estructuras metálicas negras con cerramientos de vidrio impreso en distintas texturas dejan entre ver lo que ocurre en los espacios de trabajo. Además, a lo largo de la barra se han añadido elementos de latón brillante o envejecido, que también se encuentra en el escaparate y las luminarias. A ello se suma el efecto brillante del azulejo que recubre la barra, que le da absoluto protagonismo.
Una sala con todo detalle
La sala para los comensales cuenta con mesas de varios formatos en negro, roble blanqueado y couture wood, llenando de calidez el espacio. Visualmente, todo es un juego de contrastes que enriquece el interiorismo. Las sillas elegidas son tres modelos diferentes inspirados en los años 30 y 50. Dialogan con las mesas a través de su tapizado de cuero en color tabaco. Un friso de plancha ondulada galvanizada recorre todo el local en su parte baja, rematado con un sobre que esconde iluminación indirecta y cálida. Así se logra una continuidad visual en la que también participan los conductos e instalaciones vistas.
Rojo que te quiero rojo
El techo del local, en rojo borgoña mate, intenso y saturado, tiene su continuidad en los baños. Allí, el color explota y se vuelve aún más brillante a través de grandes paños en pared y techo revestidos con policarbonato celular traslúcido retroiluminado. La parte lúdica y gráfica sigue presente reforzando la identidad de la marca. No hay detalle que se resista al grafismo, que los inunda todo. Incluso las camisetas de los trabajadores.
Fotografías: Fran Álvarez
Frankie’s Burger Bar. Sant Vicent Màrtir, 45. 46002 València
