Un mini loft en El Cabanyal, por Nodopía.
En El Cabanyal, uno de los barrios con más personalidad de Valencia, se encuentra esta pequeña vivienda entre medianeras recientemente rehabilitada y transformada en un loft por el estudio Nodopía Arquitectura y Diseño.
Juan José Pérez Moncho y Víctor Lledó García integrantes de Nodopía Arquitectura y Diseño firman la reforma integral y el interiorismo de la vivienda. Por sus reducidas dimensiones, se ha planteado como un pequeño loft en dos alturas que se articula alrededor de un patio central. La propuesta ha buscado respetar y potenciar el estilo propio de las casas de El Cabanyal-El Canyamelar y adaptar el espacio del loft a las necesidades de sus propietarios.
Recuperar el valor de lo existente
El Cabanyal tiene una personalidad propia que lo diferencia del resto de Valencia. Por ello, uno de los puntos de partida del proyecto fue conservar los materiales existentes y mantener el espíritu de la arquitectura tradicional del barrio. Es decir, poner en valor lo existente y su entorno y a la vez rentabilizar el espacio y dotar de luz a la casa. “La calidad espacial no requiere necesariamente un alto coste económico,» afirman los arquitectos de Nodopía. Y explican como en este proyecto han estudiado y trabajado cada detalle con el objetivo de optimizar los recursos. Han recuperado e integrado la puerta de madera del acceso o el ladrillo original de las medianeras y de la fachada exterior, elementos que hablan y son testigo de la historia de esta vivienda y del paso del tiempo.
Una distribución nueva y flexible en una doble altura
La distribución de la vivienda se plantea como un loft generando un espacio continuo, fluido y flexible. El baño y la cocina se han situado junto a una de las medianeras, permitiendo así liberar un espacio central que acoge todas las zonas comunes y se abre al patio. Del mismo modo, el altillo se ha pensado como un espacio diáfano que vuelca a la doble altura del salón dotando a la casa de mayor amplitud espacial y desdibujando el límite entre el interior y el exterior.
Se accede a la vivienda a través de la puerta de madera que da paso un amplio espacio diáfano que alberga la zona de estar, la cocina, un cuarto de baño y el comedor. Desde la misma entrada una escalera metálica conduce al altillo. Los arquitectos han trabajado especialmente la ampliación de los límites visuales del espacio creando una doble fuga. Por una parte, han generado esa doble altura en el salón y, por otra, liberado la vista hacia el patio.
Una cómoda zona de estar
El salón, que goza de la doble altura, está presidido por la comodidad decorada con pocos y funcionales muebles en tonos naturales y beiges. El sofá y una mesa de centro sobre una estera de fibra, componen la decoración que se completa con numerosas plantas de hoja verde. Frente al sofá, aprovechando el hueco de la escalera que conduce a la planta alta, se ha dedicado una zona de juegos para los niños. Está amueblada con una estantería para guardar los juguetes y la mesa Lätt de IKEA para jugar y dibujar, en blanco y pino.
La elección de los materiales se ha supeditado a su integración con los originales. La puerta de entrada de madera recuperada y el ladrillo original que destaca gracias a la iluminación indirecta incorporada, son los grandes protagonistas. Los nuevos materiales, las bovedillas y pavimento de barro, de Rajoleria Quintana, las carpinterías de madera y el azulejo, que recuerda a las coloridas fachadas del barrio, en sintonía con los originales.
La cocina y el comedor se abren al exterior
El techo nuevo de bovedilla, bajo el altillo, da paso a la cocina y la zona de comedor. La cocina revestida con azulejos blancos de Alteret Ceramics y muebles blancos cuenta con un práctico comedor central que se abre al patio. El mobiliario del comedor es de Made.com. Detrás se ha situado un funcional aparador de IKEA, también blanco, para el almacenaje. La línea entre el interior y el exterior se ha difuminado gracias a una puerta de cuatro hojas plegables que permite abrir completamente el espacio interior hacia el patio, convirtiendo la zona de comedor y cocina en un porche al aire libre. Así la vivienda gana espacio y flexibilidad de uso.
Junto a la cocina se ha situado el cuarto de baño con una zona de ducha revestida con azulejos de terracota artesanos de Alterets Ceramics.
El patio: el corazón de la casa
El patio es centro de la casa, el corazón y el lugar por donde la vivienda se expande y respira. El suelo se ha revestido de la misma baldosa de barro usada en el interior de la vivienda y, con ella, también se construye una pieza de apoyo que sirve de zona de lavado y paellero. Las paredes blancas reflejan la luz mediterrránea de El Cabanyal, aumentando la luminosidad del espacio interior del loft.
Los dormitorios en el altillo
Desde la misma entrada arranca una escalera metálica pintada en blanco y cerrado con rejilla metálica, que no resta luminosidad. Conduce a la planta superior que acoge los dormitorios. El principal, situado bajo la cubierta, está equipado con lo mínimo y en los mismos tonos del resto de la vivienda blanco roto y beige.
La rehabilitación energética
La reforma integral de este loft en El Cabanyal incluye también una interesante rehabilitación energética. Se ha incorporado aislamiento térmico en la cubierta las fachadas y ventanas con carpintería de madera y vidrios bajo emisivos, con control solar. Para evitar las humedades, se ha elevado el suelo con un forjado sanitario. Se ha abierto una ventana en la cubierta, sobre el dormitorio principal, que en verano permite la ventilación cruzada disipando el calor que se acumula en la parte superior. En el patio se ha instalado un toldo retráctil para proteger del sol este espacio y el gran ventanal de hojas plegables.
Fotografía © Germán Cabo