APROP, una interesante iniciativa de vivienda social temporal en Barcelona.
Straddle3, Eulia Arkitektura y Yaiza Terré Estudi d'Arquitectura son los autores del primer proyecto del programa APROP (Alojamientos de proximidad provisionales) en el barrio de Ciutat Vella. Una iniciativa con la que el Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona quiere proporcionar alojamiento temporal y de calidad a quienes han perdido su hogar en su mismo barrio de origen.
APROP, programa de vivienda temporal y de emergencia
Construir viviendas modulares a partir de elementos reutilizados, que combinen elevados índices de eficiencia económica y ecológica con altos estándares de calidad, es el objetivo de este programa de vivienda temporal. El proyecto, que junto al Ayuntamiento de Barcelona quiere hacer frente a la expulsión del vecindario en su ciudad, acaba de recibir la Mención Especial del Jurado en los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo 2020.
La iniciativa supone un paso intermedio entre la vivienda temporal y de emergencia y la vivienda social. No sólo ofrecen alojamiento a personas y familias que han perdido su hogar, sino que además les permiten permanecer en su barrio de origen y mantener así sus vínculos sociales.
Capacidad de respuesta rápida
Construidas a partir de módulos compatibles e intercambiables, las viviendas permiten dar respuesta rápida a la necesidad de hogar, favoreciendo su montaje, desmantelamiento, reubicación y reconfiguración en un breve periodo de tiempo.
Para encontrar el lugar óptimo de inserción se utiliza la metodología desarrollada por el equipo multidisciplinario ATRI.city, del que forman parte algunos de los autores de este primer edificio APROP. Gracias a ella es posible detectar espacios de oportunidad en la ciudad consolidada donde insertar de forma rápida y ecológica viviendas asequibles.
En el proyecto de APROP en Ciutat Vella se ha ocupado un solar esquinero y entre medianeras de propiedad municipal, anteriormente utilizado como una extensión del espacio público adyacente. Con la ampliación de un centro de salud cercano en la planta baja, las cuatro superiores se destinan a doce viviendas. Ocho de una habitación y cuatro de dos.
Construir con contenedores
Para su construcción se ha optado por contenedores como elemento principal que desaparece a la vista bajo múltiples capas, combinando una imagen cómoda y acogedora al interior con una estética mucho más urbana hacia la calle. Para cumplir con los requisitos urbanísticos de alineación, la última se ha diseñado doble, con dos tipos de superficie, una opaca y otra translúcida, que se suman al acristalamiento.
De policarbonato translúcido, la capa exterior es soportada por un entramado de perfiles y marcos de madera que potencian los huecos de la fachada. Mientras que durante el día inunda de luz natural los apartamentos y refleja sutilmente su entorno, por la noche ilumina la calle con la luz que emana el interior.
Ocupando un sólo contenedor de 30m2, los denominados ‘módulos sencillos’ albergan una sala de estar con cocina incorporada, un baño y un dormitorio. Con 60m2, los ‘módulos dobles’ se organizan en una sala de estar con cocina abierta, un distribuidor, un baño adaptado y dos habitaciones. Con al menos dos fachadas, todos los alojamientos disfrutan de ventilación cruzada.
Fachadas integradas
Para integrarse en el barrio, las fachadas a calle se han diseñado con balcones de barandillas metálicas como los de la mayoría del casco histórico. Además, y para proteger el interior de la excesiva radiación solar, se cubren las ventanas con persianas alicantinas, aportando al conjunto una estética típicamente mediterránea.
La fachada a patio incorpora una galería de acceso a las viviendas y el núcleo de comunicación vertical. De policarbonato y madera, éste maximiza la entrada de luz natural al patio.
Para agilizar todo el proceso, todos los módulos fueron trabajados en taller durante tres meses previos a la construcción. De esta forma, cuando se llevaron a obra ya estaban acondicionados interiormente al 85%, lo que permitió terminar la obra en trece semanas.
Construcción de ciclo cerrado
Concebido para ser temporal si así se necesita, el edificio utiliza uniones estructurales reversibles que permiten su fácil desmantelamiento, reubicación y reconfiguración. Sostenible y social, el programa APROP apuesta por un sistema de construcción de ciclo cerrado, que permite la reutilización íntegra incluso más allá de la vivienda.
Fotografía: Adrià Goula