El Equipo Creativo trae los paisajes de Brasil y Japón al restaurante Ikibana, situado en un renaciente Paral.lel.

El Equipo Creativo ha desarrollado en el restaurante barcelonés Ikibana un proyecto de interiorismo que bebe de dos culturas tan dispares como son la japonesa y la brasileña, y que son la base de la gastronomía del local. Una sosegada y otra ajetreada, ambas coinciden en su profunda relación con la naturaleza que las rodea.

Los interioristas estan de enhorabuena, ya que Ikibana es uno de los finalistas a los Restaurant & Bar Design Awards, en la categoría de Europe Restaurant.

Mientras Brasil goza de una actitud desenfada y alegre que parece emanar de sus densas selvas y playas azules, en Japón el arte floral del Ikebana demuestra su respeto por el paisaje. De hecho, en el Ikebana son fundamentales la proporción, composición y equilibrio entre ramas, hojas y flores. Valores que han dirigido la concepción de los interiores del local: un paisaje artificial en constante movimiento compuesto por  materiales naturales y nobles, tanto vivos como secos.

El restaurante se estructura alrededor de varias islas. Así, quedan bien diferenciadas las barras y cocinas, mientras que los comensales disfrutan de la gastronomía desde el interior de cuencos de colores. Por otro lado, las fachadas y el techo actúan como la hoja y la madera, los elementos principales de los que se compone una pieza de arte Ikebana. Por ello, el muro vegetal en la doble fachada funciona como una cortina que tamiza la luz y la visión entre el interior y el exterior, creando un espacio más acogedor.

El techo es toda una pieza de impacto, un bosque de ramas entrelazadas que la luz atraviesa de forma irregular y proyectando un juego de sombras y luces por todo el restaurante. Se ha realizado con ocho láminas diferentes de madera tropical Mongoy, colocadas en diferentes direcciones y posiciones. Las láminas se diseñaron primero en el ordenador en 3D, y luego en el taller se construyeron unos moldes que sirvieron para moldear y dar forma a las piezas finales.

Las tres barras curvadas recuerdan a antiguas barcas varadas. Sus superficies son de tres maderas, con detalles típicos de la carpintería artesana japonesa. Otro detalle que demuestra el vínculo del local con el Ikebana: las mesas adoptan la forma de pétalos de colores tropicales.