Arquitectura esencial. Así es esta vivienda monocromática diseñada por Deza Setien.
El estudio de arquitectura Deza Setien ha sido el encargado de transformar una vivienda de 135m2 situada en Barcelona que se encontraba compartimentada en exceso. El resultado es un luminoso apartamento que utiliza una paleta de colores uniforme con la intención de centrarse en aquello esencial: la experiencia de usuario.
La capacidad transformadora del color
El color juega un papel fundamental en el diseño de interiores. Además de su dimensión estética, el potencial de una buena elección cromática radica en la influencia que ésta ejerce en la percepción de los espacios. Esto se debe a que determinadas combinaciones son capaces de evocar sensaciones tales como amplitud, confort, calidez, luminosidad, vitalidad…
En este contexto podría parecer que las paletas monocromáticas, creadas a partir de matices o tonos de un mismo color, carecen de estas capacidades. Nada más lejos de la realidad. De hecho, un buen ejemplo para demostrarlo es este proyecto diseñado por el estudio de arquitectura Deza Setien. Se trata de una vivienda situada en la plaza de Francesc Macià, en Barcelona, que utiliza una paleta de colores homogénea. Esta decisión permite que el usuario se centre en los aspectos más fundamentales, o lo que es lo mismo, que prime por encima de todo la experiencia sensorial en el espacio.
Discontinuidad material
La vivienda cuenta con una superficie de 135m2 distribuidos en dos zonas; colectiva y privada. La primera se compone de un hall de entrada, salón-comedor-zona de lectura, estudio y cocina. A su vez, la segunda cuenta con tres dormitorios y dos baños.
Todos los espacios de la vivienda están pensados para ser estancias flexibles que permitan desdibujar sus propios límites. De este modo, en la cocina por ejemplo, encontramos dos grandes puertas correderas que permiten vincularla o aislarla del comedor. Lo mismo sucede en el distribuidor que conecta las habitaciones con la zona principal. La idea conceptual del proyecto se basa en el diseño de elementos materiales que aporten una discontinuidad puntual y voluntaria a la uniformidad creada por el cromatismo del conjunto.
Mobiliario a medida y madera de nogal
El contrapunto cromático lo aporta la madera de nogal. Mediante el diseño de piezas a medida, se consigue aportar calidez a la vivienda y contribuir a su distribución formal. En este contexto destaca la estantería, diseñada de suelo a techo, que ejerce de límite material entre las dos zonas de la vivienda y aloja a su vez las correderas anteriormente descritas.
Fotografía: David Zarzoso