Abre Velodrom Barcelona, un templo para los amantes del buen ciclismo.
Disfrutar tanto de pedalear como de crear comunidad tomando un buen café es el late motiv de Velodrom. Ubicada en el centro de Barcelona, esta nueva tienda especializada en ciclismo de gravel lleva el deporte a otro nivel. El estudio de interiorismo de Marta Alonso idea la concept store que fusiona ejercicio y diseño en un local de 350 m2.
Interiorismo sobre ruedas
La identidad global del establecimiento se define nada más llegar. Respetando el arco existente del edificio, la interiorista Marta Alonso proyecta un rótulo ovalado que hace referencia a la arquitectura de los velódromos tradicionales. Como tirador, un manillar de bicicleta que permite entrever que nos adentramos en un paraíso del ciclismo premium.
Sin duda, las protagonistas de Velodrom son las bicicletas expuestas en tienda como si de un museo se tratara. Y es que, en parte, lo es. Las bases blancas que las sujetan, fabricadas en madera, están situadas encima de alfombras de fibras naturales. Por otra parte, las bicicletas situadas en el pedestal central acaparan todas las miradas: son las más esculturales y exclusivas en el mundo del ciclismo de gravel y carretera.
El mobiliario, que alberga una distinguida selección de ropa y accesorios de deporte, ha sido diseñado a medida. Burras de estilo industrial sobre paredes de obra vista y expositores de hierro de color negro cubren las paredes de Velodrom.
Como regla general, el diseño del establecimiento intenta encontrar el equilibrio entre lo urbano y la naturaleza. Los muros, revestidos en madera de roble y corcho, buscan emular los senderos propios de las rutas en bicicleta. La pintura verde azulada de la caja y zona de ocio, a su vez, actúa como guiño al color de los árboles. En su conjunto, un espacio perfecto para crear comunidad entre amantes del buen ciclismo.
La guinda del pastel la pone el perfume de Ramón Monegal, diseñado específicamente para Velodrom. Un aroma elegante que envuelve todo el establecimiento.
Bike-fitting de diseño
El hotspot de la tienda llega de la mano de los probadores y aseos que conforman la zona de bike-fitting. O, lo que es lo mismo, el servicio personalizado que evalúa al usuario para proporcionarle la bicicleta que más se ajuste a sus necesidades.
El probador se encuentra revestido en su totalidad con moqueta vegetal de sisal. Los bancos, tapizados con tejido técnico 3D de Febrik by Kvadrat, nos recuerdan en tacto y confort a los usados en la ropa de ciclismo. Un mix and match de tonalidades neutras, verdes y corales acompañan al diseño.
En cuanto al aseo, es único. Paredes pintadas en rojo carmesí, cubiertas de obras de arte y mármol negro veteado, y lavabos con acabados mate. Nadie diría que este baño forma parte de una tienda de ciclismo. Una prueba más de que el interiorismo de esta concept store ha cuidado hasta el más mínimo detalle.
Fotografía: Mario Wurzburger
Velodrom Barcelona. C/ Comte de Salvatierra, 6. Barcelona.
