Casa Lobster: mucho más que una óptica de diseño en Barcelona.
La startup catalana Project Lobster sigue creciendo. Con dos tiendas físicas en Barcelona y una en Valencia, se atreve ahora con una cuarta introduciendo un nuevo concepto. Situada en la céntrica calle Consell de Cent, Casa Lobster es mucho más que una tienda de gafas y así lo demuestra el Departamento, el estudio de arquitectura artífice de este espacio.
Experimentación, interacción y diseño
El proyecto se sitúa en la planta baja de un edificio de estructura y fachada neoclásica, típico del Eixample. De hecho, el local, que en los años 60 fue una galería de arte, tiene una disposición alargada que culmina en un patio exterior. Todas estas bondades han hecho que el estudio de arquitectura El Departamento haya diseñado un espacio expositivo que se asemeja a una performance artística, más que una óptica al uso.
La concepción tradicional que se asocia con una óptica trae implícita un escaparate en el que se coloca el producto sin jerarquía alguna. Para romper con esta tipología, Casa Lobster propone un gran espacio central donde se coloca un expositor de grandes dimensiones que a la vez coloniza la sala como si de una gran pieza de arte se tratase.
La intención de este proyecto se basa en proponer una óptica de diseño experiencial. Dotar a los clientes de herramientas y espacios que permitan y faciliten una mayor interacción con los productos de la marca.
La importancia de los espacios intermedios
Este local es el más grande de Project Lobster: tiene una superficie de 300 m2 y el programa funcional lo completa una cafetería, talleres, gabinetes ópticos y el patio exterior.
Dotar de una gran superficie a esta óptica no es algo superfluo. Está relacionado con la multiplicidad de usos y actividades que ofrece al cliente. Todo ello está pensado para ofrecer una experiencia sensorial, alejada de una mera transacción comercial para adquirir unas gafas.
Terciopelo, metacrilato, madera y otros materiales con carácter
La elección de materiales tampoco es arbitraria. Responde a las solicitudes de cada espacio y función. Por ejemplo, se ha utilizado el terciopelo en la zona de exposición para que sirva como telón de fondo y presente el producto de manera suave, pero a la vez sofisticada.
Se han revocado las paredes otorgándoles una textura rugosa que acentúa su verticalidad. De este modo, se potencia la gran altura del local y se asemeja a una sala de exposiciones.
El metacrilato es un material que cobra especial protagonismo en los elementos de esta óptica de diseño. Se ha utilizado en los elementos expositivos de la sala central para crear reflejos de luz y difuminar los límites. A su vez, se ha utilizado madera natural y materiales textiles en los muebles a medida, para dar calidez al conjunto.
Fotografía: José Hevia