Una reforma en Poble Sec que recupera la belleza de sus materiales originales.
El estudio de arquitectura CO-A devuelve el esplendor de este piso en Poble Sec despojándolo de las múltiples capas que han cubierto suelos, techos y paredes a lo largo de los años. La reforma rescata el ladrillo visto y la bóveda catalana, y lo combina con pavimento cerámico, madera y un toque de color: carpintería roja.
Capas de historia superpuestas
¿Puede una vivienda contarnos su historia a través de sus múltiples acabados superpuestos? Parece ser que sí, si observamos el minucioso proceso de derribo que ha sufrido esta casa de 95 m2 situada en un edificio de 1870 en Poble Sec, Barcelona. El proyecto de rehabilitación ha escarbado hasta llegar a sus elementos arquitectónicos originales, ocultos tras varias modificaciones y reformas. El reto principal ha sido dotar la vivienda de identidad propia y luz natural. Para ello, se han tenido que salvar obstáculos como su excesiva compartimentación y las pocas oberturas al exterior.
La arquitecta Clara Ocaña, al mando del estudio CO-A, supo valorar el diamante en bruto que se escondía tras falsos techos, estancias compartimentadas en exceso y una aparente falta de luz natural. Tras la eliminación selectiva de revestimientos, la vivienda hizo emerger muros de carga materializados con ladrillo visto, forjados compuestos por vigas de madera y revoltón cerámico, así como una fachada posterior organizada mediante varios arcos.
Iluminación natural y ventilación cruzada
La vivienda original, situada en un edificio sin patios de ventilación, estaba dispuesta en una parcela larga y estrecha, con dos fachadas cuya orientación era opuesta. Por ello, y como consecuencia de la colocación inevitable de las piezas del programa funcional, el centro de la casa era muy oscuro y sin apenas contacto con el exterior.
Frente a esta situación, se intenta maximizar la incidencia de iluminación natural hacia el interior y potenciar una ventilación cruzada entre estancias de fachadas opuestas.
El procedimiento que sigue CO-A se basa en situar las puertas en posiciones centrales y así favorecer el flujo de aire natural. Además, se perfora el muro de carga existente, que separa la cocina del comedor a modo de filtro, para una mayor incidencia de luz natural. Por último, se disponen paneles de vidrio en la parte superior de las particiones interiores. De este modo, estas no actúan como barrera frente a la continuidad visual.
Identidad propia y una nueva gama cromática: carpintería roja
Tras el paso de los años y las sucesivas reformas, la vivienda había perdido su esencia original. La casa era una mezcla de estilos y revestimientos que no denotaban un carácter propio. La solución escogida se basa en el diálogo entre los elementos rescatados y los nuevos, ofreciendo una personalidad atemporal y moderna.
Los tonos neutros están presentes en los revestimos verticales; los cálidos, en la madera y la cerámica, que se ve alterada de manera puntual con el rojo de las carpinterías para ofrecer un toque de color y una atmósfera actual y alegre.
Fotografías: José Hevia