Reforma de un ático luminoso y con vistas, en Sarrià.
La reforma de este amplio ático de 160 m2 lleno de luz y con vistas al mar, en Sarrià (Barcelona), ha transformado un antiguo piso para adaptarlo a las necesidades de una familia de cinco personas. Es la culminación de diez años de experiencia y de ver cumplido un sueño: rehabilitar tu propia vivienda como estudio de arquitectura.
Y es que, en este caso, Septiembre Arquitectura ha sido su propio cliente. Todo el equipo del estudio, que acaba ser finalista en la XV Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo con el proyecto MIQ, se entusiasmó con la idea de plasmar su experiencia en la rehabilitación de la casa IAIA. Su objetivo: dar forma al piso para que la familia disfrute de grandes espacios bañados de luz natural. El punto de partida: un ático a reformar orientado al sur-este y de planta casi cuadrada, con una gran superficie acristalada que le da unas magníficas vistas desde el barrio de Sarrià, al mar y a la montaña de Collserola.
Respetar la estructura original
«Es curioso, porque cuando el proyecto es para otro lo analizas todo, escuchas, atiendes…», explican desde el estudio, «ahora bien, cuando el proyecto es para uno mismo el camino está lleno de curvas, te conviertes en el cliente que no tiene claro qué pieza escoger». Por suerte, en Casa IAIA el proyecto se cocinó a fuego lento. El piso llevaba ya un tiempo vacío y no había una urgencia inicial para ocuparlo. Esto permitió irlo creando poco a poco, encontrando y desgranando las ideas esenciales de las superfluas.
El proyecto optó por respetar la distribución original y mantener en el centro dos cuartos de baño que separan las zonas de día y de noche. La de día acoge la cocina abierta, y un gran salón comedor. En el área de noche, un pasillo da paso a tres baños y dos grandes habitaciones.
El reto ha sido cómo solucionar el espacio de acceso a la vivienda, la cocina y el salón comedor, y redistribuir la suite con sus tres piezas, zona de dormir, baño y vestidor.
Un mueble panelado en roble separa visualmente el recibidor y la cocina
El primer desafío se ha resuelto girando la cocina, separándola de la fachada. Así se crea un acogedor espacio de office y se la protege con un gran mueble de madera de roble, que separa visualmente ambos espacios y a la vez hace de estantería hacia el recibidor. Este mismo mueble gira hacia el comedor, donde queda interrumpido por la gran encimera de cocina y crea, así, una zona de bar. Esto permite que, tras la reforma, se pueda cocinar y disfrutar de las vistas de este ático en Sarrià. Además, a la vez recoge la cocina y aporta intimidad entre los distintos ambientes.
Para acabar de realizar esta solución, el recibidor se panela con la misma madera del mueble, extendiendo así la materialidad y potenciando el juego de luz en los espacios más expuestos. Es decir, se accede al ático por el espacio más recogido y cálido. Y, desde éste, se pasa a los dos grandes espacios conectados y muy iluminados, la cocina y el salón comedor.
En la cocina se ha escogido un granito blanco cristal, todo un clásico que, a pesar de su gran relación calidad precio, hoy en día está en desuso. Este granito contrasta con la madera de roble de los muebles de la cocina y el suelo vestido con grandes piezas porcelánicas. Así se consigue una estética elegante pero con un guiño totalmente ochentero.
Una chimenea de pallets preside el salón comedor
En la reforma se ha sustituido una antigua chimenea del salón por una de pallets, para calentar la zona los meses de invierno. Está instalada sobre un mueble de hormigón, a juego con los pilares existentes.
El sofá es el otro protagonista. Está hecho a medida como un gran mueble, que organiza todo el espacio del salón. Se acompaña con tres módulos tipo puf, que permiten crear un gran sofá en L o jugar con los módulos como butacas auxiliares o reposapiés, o montando una enorme chaise longue.
Junto a la cocina, se ha organizado una práctica zona de comedor, con una mesa hecha a medida también en hormigón. Los muebles creados a medida aportan una personalidad singular y única.
Para realzar las soluciones constructivas originales del edificio, se han repicado los pilares de hormigón, dejándolos vistos. Se ha respetado el suelo original, un precioso parqué de roble que realza la nobleza existente en el ático.
El dormitorio principal integra la zona de ducha en un módulo verde
El segundo reto que planteaba este proyecto era resolver cómo organizar el dormitorio principal en suite. Lo han resuelto desfragmentando el lavabo e invadiendo el espacio de dormir con la ducha. Esta se dibuja con forma de semiesfera, así se evitan las esquinas agresivas que penetren en la habitación. Este gesto ocupa un espacio perdido por la circulación. Y, a la vez, brinda a la ducha vistas hacia toda la ciudad. Para acabar de consolidar esta distribución, el volumen se pinta de verde, haciéndolo protagonista del espacio y dividiendo así la zona de baño con la de vestidor.
En la zona de dormir, junto a la ventana, se ha creado una práctica área de estudio, home office o lectura, con un mesa a medida. Destaca una silla icónica, la Standard de Jean Prouvé que edita Vitra.
Las habitaciones de los niños
En la habitación infantil, actualmente compartida, todo está pensado para que, dado su amplias dimensiones, los hermanos puedan tener la independencia que necesitarán a medida que vayan creciendo. La idea es que se puedan dividir, de ahí que ya se han instalado dos puertas a ambos lados de los armarios.
Los materiales realzan la construcción original
Para resolver el conflicto entre los diferentes tipos de madera y rebajar costes sin perder calidad, Septiembre Arquitectura ha jugado con el DM barnizado como material protagonista de la zona de noche. Lo utilizan en puertas, frentes de armarios y los muebles escritorio. Han colaborado construcciones Valera y Made of Wood.
Una vivienda confortable y sostenible
La reforma ha intentado proteger este ático en Sarrià de las pérdidas de calor por sus grandes superficies de fachada y de cubierta, y del exceso de radiación solar. Para ello, se cambiaron todas las carpinterías por otras de madera castaño. Se han instalado toldos y persianas orientables y se ha aislado térmicamente todo el techo. Al mismo tiempo, se ha potenciado la ventilación cruzada. Así se reduce considerablemente el consumo energético. El resultado: una casa familiar con grandes espacios, que responde 100% a las necesidades funcionales de la familia sin renunciar al confort y a una estética personalizada. Sueño cumplido.
Fotografía Salva López