Neri&Hu devuelve la nobleza al edificio The Relic Shelter, una tetería en China.
Conocida como The Relic Shelter, en la ciudad de Fuzhou, esta antigua residencia perteneció a un alto funcionario de la dinastía Qing. Tras la intervención de Neri&Hu, ahora es una tetería arquitectónica en la que conviven el pasado y el presente con total naturalidad.
The Relic Shelter tea house
Aunque que en Europa no se vive con tanta pasión, lo cierto es que en China beber una taza de té se considera un ritual casi místico. Por esa razón, allí existen las llamadas tea house (casas de té), unos espacios sumamente zen que sirven para alimentar tanto el estómago como el espíritu.
Es el caso de The Relic Shelter, hablamos de una edificación en la ciudad de Fuzhou que originalmente se hallaba en Anhui. Antiguamente fue la residencia de un alto funcionario de la dinastía Qing. Y cuando tuvo que mudarse -por motivos que se desconocen- decidió llevar consigo este hogar de intrincada carpintería repleto de tallas ornamentales.
Hoy la vivienda ha cambiado radicalmente su fisionomía gracias al trabajo del prestigioso estudio Neri&Hu. Concebida como una casa en la cima de una roca, cuenta con una base de hormigón apisonado. Además, está cubierta por un amplio tejado de cobre que resguarda la reliquia arquitectónica escondida en su interior. Aunque no lo parezca, bajo ese armazón hay una joya de incalculable valor.
El uso del hormigón apisonado es un homenaje a las viviendas tradicionales de la región. Pero más allá de su monumentalidad, cabe destacar que, a medida que el visitante se acerca a este complejo, se encuentra con dos imágenes del edificio. Primero, una silueta erguida. Y, segundo, su reflejo duplicado en el estanque de agua que lo rodea.
Un interior lleno de contrastes y reflejos
Cualquiera que entre en su gran salón, donde está la estructura de la antigua residencia, detectará un sinfín de contrastes. Allí conviven elementos brillantes y oscuros, ligeros y pesados, además de toscos y refinados. De manera similar, las claraboyas de los techos aportan dramatismo al conjunto y sirven para iluminar de forma natural el espacio.
Sobre todo, al llegar a la entreplanta, es cuando comienza a revelarse la configuración estructural del edificio. Sin ir más lejos, se aprecia un techo metálico flotante que se eleva 50 cm mediante cerchas de cobre.
Dicha estructura introduce una franja de iluminación continua alrededor de los pasillos. Por lo tanto, envolviendo la histórica estructura de madera, la entreplanta permite a los visitantes apreciar cómodamente los detalles de la ancestral carpintería.
Finalmente, el primer nivel incluye un vestíbulo secundario que alberga una rotonda, un patio hundido y salas de degustación. En la propia rotonda descansa un óculo tallado y cubierto de cristal sumergido bajo una piscina. Con ello, concretamente, se crea un hipnótico juego de reflejos.