Fantasía y surrealismo en un piso de alquiler en Madrid, por Patricia Bustos.

Con el sello de Patricia Bustos

Patricia Bustos es interiorista y directora creativa de su estudio PBS . Haciendo gala de su estilo colorista, sofisticado y femenino ha diseñado la renovación de esta vivienda destinada al alquiler turístico. El piso, de 55 m², originalmente contaba con un solo dormitorio y un baño, pero se ha reconfigurado para que pueda acoger a más personas, que buscan una casa de alquiler para una breve estancia en Madrid.  «Queríamos hacer una distribución más práctica: dos dormitorios, dos baños, cocina y salón-comedor», explica la decoradora.   

La Muralla Roja de Bofill inspira el diseño

Una “locura estética” que busca sacar al huésped de su zona de confort y hacerle soñar, explica Patricia Bustos. Y cuenta que para su diseño interior se ha inspirado en la urbanización diseñada por el arquitecto Bofill en 1968, en Calpe, famosa, además de por sus colores, por su laberinto de escaleras entrelazadas. «Me he inspirado en la forma en cómo Bofill crea un espacio misterioso e infinito con la transformación perfecta entre 2D y 3D, y con distintos elementos que juegan con la ilusión óptica», afirma Patricia. Los bloques escalonados, una escalera decorativa en la que se han colocado libros y objetos, son la prueba evidente de ese reflejo de las formas de La Muralla Roja en el interior del piso.

Su intención ha sido jugar con el espacio para descolocar al visitante y que este se adentre en una mundo mágico. «Teníamos claro que sería una  locura creada bajo nuestro manifiesto de las tres S (Sorpresa, Singularidad y Sentido)». La idea: que el visitante se sorprenda al descubrir lo que hay detrás de cada puerta. Y conseguir que, gracias a los suelos continuos, los muebles de obra y las puertas en arco, estratégicamente situadas, el espacio se transforme. Crear un escenario de Alicia en el País de las Maravillas donde el mundo fantástico crezca y se multiplique en un efecto óptico.

La belleza del rosa

Y todo con un protagonista absoluto: el rosa que está asociado al brillante estilo decorativo de Patricia Bustos. “El rosa reivindica la caída de los estereotipos: todo es posible, nada está planeado y ahí radica la belleza”, comenta la diseñadora.

Un mundo fantástico y a  la vez minimalista

El proyecto es para Patricia Bustos un «concepto realidad vs fantasía para  crear una sensación de extravagancia y evanescencia a las que no estamos acostumbrados, y que sin embargo nos encanta experimentar por unos días cuando viajamos». Y es su intención: sacarnos de lo cotidiano  y trasladarnos a un mundo surrealista y extravagante. Así, a base de cortinas de satén, sábanas y tapicerías iridiscentes y muebles reciclados y ecofriendly, el viejo piso de alquiler en Madrid se ha transformado en un apartamento súper cool donde es posible alojarse y soñar por unos días durante una visita a Madrid.

Las escasas piezas de mobiliario son casi todas diseño del propio estudio y están creadas con la idea de que el espacio respirara fantasía pero también un minimalismo estético depurado y arquitectónico.

En el salón se ha aplicado pintura rosa chicle en las paredes y el techo. Un laminado rosa moteado cubre el suelo; y un grueso zócalo en forma de L que rodea la esquina de la habitación, cubierto con cojines de sofá rosa de felpa. Está pensado para convertirlo en un tercer dormitorio cuando sea preciso y albergar a dos personas más. Los huéspedes pueden reunirse para comer alrededor de la mesa de comedor rosa de forma ovalada, que está rodeada de sillas de comedor tapizadas en tela rosa metálica con un acabado iridiscente.

Una cocina de cuento que puede convertirse en un cuarto más

El monocromatismo se interrumpe en la cocina. Este esquema rosa total solo se quiebra en algunos detalles como los armarios de la cocina. Están revestidos de un juego de una composición de formas geométricas azules, rosadas y doradas. A juego brillan las encimeras, revestidas con unos mosaicos vítreos de la colección Crystal de Hisbalit.

El equipamiento de la cocina del piso es muy básico. Sin apenas electrodomésticos, ni zona de trabajo. Pero, en realidad, corresponde a la típica cocina de un apartamento de vacaciones donde sólo se van a hacer desayunos o cenas ligeras.

Dormitorios de ensueño

Los mismos azulejos vidriados y rosados que se han utilizado en la cocina, se aplican en uno de los dormitorios para revestir una plataforma que forma la cama sobre la que se apoya el colchón. Cojines de lamé a tono y una manta cálida de eco piel completan el escueto equipamiento.

Las puertas correderas en forma de arco dejan ver unos baños de azulejos rosas, con cortinas que son pura fantasía, en un color rosa brillante irisado. Los espejos de marco, también rosado, completan el look fantástico.

En el otro dormitorio, el colchón se ha elevado y se delimita con un ondulado cabecero rosa festoneado. El interés y juego con las texturas lo aportan los cojines suaves de lamé en un rosa baby.

Aparte de unas algunas lámparas colgantes en forma de esfera, las plantas de hiedra y las obras de arte en neón, el estudio de Patricia Bustos no ha incorporado casi decoración al apartamento. La idea es evidente. Se trata de equilibrar el rosa con el toque mínimal y dejar que vuele libre la magia y la imaginación sin interferencias. Y, además, mirándolo desde una óptica más funcional, realmente tampoco hacen falta demasiadas cosas en un lugar donde la estancia será efímera y transitoria.

La paleta de colores que luce el piso llega hasta 12 tonos de rosa: palo, bebé, chicle, empolvado.. Doce tonalidades diferentes que logran que el espacio resulte realmente surrealista.

«Pink is punk”, afirma Patricia Bustos. «El rosa es ya el color de toda una generación… la generación de los valientes, los que no le temen al cambio. El rosa reivindica la caída de los estereotipos. Todo es posible, nada está previsto o establecido y eso es lo bonito, que no hay reglas… o más bien que cada uno tiene las suyas. Por eso es el color de una generación nueva que lucha por sus sueños y encuentra su camino al tiempo que lo recorre, sin mapas ni consejos, solo siguiendo al corazón y a la intuición.»

Fotografía: Jc de Marcos