Materialidad quebrada en una vivienda unifamiliar en Matadepera.
Una fuerte geometría quebrada y un característico juego de alineaciones y contrastes entre materiales definen esta vivienda de Folch Arquitectes en Matadepera.
Vivienda unifamiliar en Matadepera, por Folch Arquitectes
Construida a partir de una singular estructura de hormigón in situ de gran complejidad, esta vivienda de la localidad barcelonesa de Matapedera hace alarde de un llamativo juego de opuestos al exterior. Llenos y vacíos dibujan una estructura clara y fluida, donde la materialidad y peso del hormigón contrastan con la transparencia y ligereza del vidrio.
Juego de geometrías
Con una presencia única en el paisaje, la casa se materializa en un dinámico volumen de hormigón. Su disposición, oblicua respecto a la parcela, genera un interesante juego geométrico, materializado en una serie de figuras y alineaciones que juegan con el paralelepípedo del solar.
Grandes voladizos y diferentes alineaciones dibujan la planta alta, que parece gravitar sobre un nivel interior vidriado y mucho más ligero. Se genera, como explica Joan Folch Filella «una característica estructura de pliegues que se superponen y dan sentido a las diferentes alturas interiores».
En una esquina del volumen, un pliegue revestido de aluminio gris grafito envuelve el porche de acceso, con la puerta de entrada oculta en un plano de madera.
En torno a un patio central
Ya dentro, la casa se organiza alrededor de un patio central y una estructura de circulación perimetral, con la mayor parte de las estancias abiertas al sur. Gracias a este patio y a la piscina soterrada se logra una fuerte transparencia norte-sur, que baña de luz toda la vivienda.
Abierta al jardín a través de un gran porche cubierto, la planta baja alberga las principales áreas vivideras. Una gran puerta corredera separa la cocina del espacio diáfano del estar-comedor, permitiendo mantener las tres estancias unidas cuando así se desea.
El patio ajardinado y la madera listonada que reviste muchos de los paramentos añaden calidez a un espacio que se prolonga al exterior a través de ventanales de suelo a techo. El gris el pavimento porcelánico continuo combina perfectamente con los tonos neutros elegidos para el mobiliario.
Cocinar entre piedra y madera
Con grandes ventanales de TECHNAL que la bañan de abundante luz natural, la cocina opta por un estilo sobrio y depurado, acorde al del resto de estancias. Para ello se ha elegido el modelo ROKA en porcelánico de Cocinas Rekker, con las paredes y puertas revestidas en el mismo color negro abujardado.
Una isla de cocción que se prolonga en una pequeña mesa organiza un espacio donde todos los detalles se han simplificado al máximo. Desde la eliminación de los tiradores, a la fusión de la encimera y el fregadero en una sola pieza en el mismo material que el resto del mobiliario.
Una escalera colgada del techo
Una escultural pieza de acero y vidrio colgada del techo da forma a la escalera que dirige a la planta alta. Más íntimo y recogido, este nivel se reserva para las estancias más privadas.
Otra escalera dirige a la suite principal, situada un metro por encima del resto de dormitorios. Esta diferencia de cota aporta mayor intimidad a esta estancia y dota de mayor altura libre a la sala de estar bajo ella.
Equipado con un impresionante vestidor y un baño con lucernario, el dormitorio principal se reviste en madera. De esta forma, cama, mesillas, cabecero y techo dibujan un todo continuo que envuelve la estancia.
Huecos abiertos en el forjado relacionan la planta baja con el sótano, que se llena así de luz natural. La luz reflejada sobre los muros de hormigón de la zona de piscina crea un interesante juego de texturas y materialidades.
En esta misma planta se sitúa el garaje, un singular espacio teñido de negro y atravesado por franjas de iluminación transversal.
Fotografía: Jordi Miralles