Martín Berasategui fusiona gastronomía y naturaleza en Lasarte-Oria.
Gastronomía y naturaleza se dan la mano en la nueva sala del restaurante Martín Berasategui en Lasarte-Oria, galardonado con tres estrellas Michelín. Un nuevo proyecto con el que el estudio madrileño mecanismo, con trabajos anteriores para importantes chefs, reafirma su relación con la alta gastronomía.
«En agosto de 2018 recibimos la llamada del restaurante Martín Berasategui. Querían crear una nueva sala, cubriendo un espacio de terraza anexo a la sala existente», cuentan Marta Urtasun y Pedro Rica, de mecanismo. Los arquitectos señalan lo ajustado del plazo de ejecución, que debía llevarse a cabo durante los tres meses de cierre del restaurante, entre el 17 de diciembre de 2018 y el 13 de marzo de 2019. «Aunque fue complejo encontrar una empresa que fabricara e instalara los elementos en un plazo tan ajustado, se consiguió», añaden.
Un entramado de vigas de madera
El carácter innovador de la cocina de Berasategui y el privilegiado entorno natural fueron elementos fundamentales a la hora de concebir el diseño. A priori concebida como una pérgola, la intervención derivó en una estructura mucho más sofisticada. Adaptada a la compleja geometría del lugar, la cubierta se construye a partir de un entramado de vigas de madera de un metro de canto, que dibujan una silueta a modo de abanico.
Apoyado en tres puntos y con vigas con doble curvatura en los ejes verticales y horizontales, el emparrillado va variando de altura según el lugar. Con dos pilares en la zona delantera, en la trasera el apoyo lo genera un volumen cilíndrico que aloja las instalaciones.
Exteriormente revestida por losetas flotantes de tarima, la cubierta se viste al interior con un falso techo de lamas curvadas de roble. Todo ello, en respuesta a la rigurosa geometría que define el emparrillado de vigas de madera.
Geometría curvilínea
La geometría curvilínea de la estructura de madera condicionó desde un primer momento la del resto de elementos, que también debían ser curvos. Desde el cerramiento vertical de vidrio que envuelve la sala, a las piezas de mobiliario y carpintería, e incluso el pavimento, todo nace de la geometría de la cubierta. Por todo ello y para lograr que todo encajara durante la instalación in situ, la fabricación tuvo que ser exhaustiva, como si de un puzzle se tratase.
Concebida como un elemento ligero, transparente y abatible en su parte frontal, la piel de vidrio conecta la sala con la zona exterior del restaurante, integrándolo en el espacio natural. Completamente diáfano, el interior se fusiona con el exterior gracias a la permeabilidad de la fachada.
Diseño ‘mecanismo’
Entre el nuevo espacio y el existente se sitúa la «postcocina», destinada al almacenamiento de utensilios y menaje. Completamente independiente, se separa visualmente de la sala por una celosía de lamas abatible, que permite la entrada de luz. Todo el mobiliario destinado al servicio de su interior ha sido diseñado por el propio estudio mecanismo. Entre las piezas, destacan los distintos muebles de apoyo y gueridones en roble y mármol que facilitan el trabajo del personal en sala.
El riguroso orden geométrico y la materialidad natural del conjunto dan lugar a un ambiente singular, luminoso y acogedor, donde funcionalidad y estética se dan la mano. Caracterizado por una estrecha relación entre interior y exterior, el espacio integra al visitante en el atractivo entorno natural que rodea al restaurante.
Fotografía: Imagen Subliminal
Restaurante Martín Berasategui
Loidi Kalea, 4
20160 Lasarte-Oria, Gipuzkoa