Arquitectura de economía circular para toda una región.
Reutilizar todos los residuos, o residuos cero. Este es el concepto de la revolución Cradle to Cradle (C2C) o Economía Circular, que el profesor Arroyo divulga como Academic Curator del Master Universitario en Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid. Y con esta filosofía se ha diseñado el edificio la “Casa del Proyecto” (Maison du Projet), un lugar de encuentro y debate para introducir la economía circular en el área metropolitana de Lille.
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Tras el cierre de las antiguas fábricas de Roubaix, la capital de la región de la Alta Francia, Lille, decide poner en marcha un plan de regeneración urbana a 10 años para una zona de unas 1.000 hectáreas. Todas las actividades productivas, culturales y residenciales de dicha regeneración deberán plantearse bajo en concepto de Economía Circular, en la que se aprovechan todos los residuos.
El plan comienza con el edificio la Maison du Projet, que tiene una doble función. En primer lugar, actuar como oficinas del propio proyecto, con espacios de trabajo, exposición, talleres u otras actividades que se desarrollen para difundir el concepto del Residuo Cero. Por otra parte, la Maison quiere dar ejemplo; demostrar que se puede construir un edificio siguiendo los principios de la Economía Circular con un presupuesto público habitual.
El edificio está construido mediante una estructura en forma de panal de abeja cuya fachada retroiluminada recuerda a las antiguas construcciones fabriles. Esta estructura genera dos tipos de espacios claramente diferenciados: unos espacios rígidos como oficinas, baños, o cocina en su parte inferior; y unos espacios polivalentes superiores.
Junto a estos espacios menores, se abre un gran hall que permite acoger casi cualquier tipo de actividad y cuyos usos vienen facilitados por una colección de muebles móviles que equipan el espacio: una gran escalera, una serie de lámparas tubulares, una oficina portátil, una estructura inflable que se despliega en pocos minutos, una cocina con ruedas, o un ropero.
El edificio de Economía Circular
Conforme a los principios del C2C, para la construcción del edificio no se ha hecho ningún tipo de movimiento de tierras, y se ha optado por cimentar mediante pilotes metálicos recuperables. La estructura y la fachada se ha pensado para ser desmontadas y reutilizadas fácilmente, y la mayoría de los materiales utilizados son biodegradables y/o reciclables.
El edificio se alimenta de energías limpias. La calefacción se consigue mediante una caldera de pellets para las zonas más pequeñas. El gran hall acumula el calor en invierno con una cubierta de policarbonato que hace las veces de invernadero mientras que en verano genera corrientes cruzadas con un sistema de compuertas en fachada. Además, parte de la energía del edificio proviene de los paneles térmicos y foto-voltaicos en cubierta.
Los sistemas de saneamiento no generan residuos, sino abono para la vegetación del entorno. 3 grandes chimeneas generan el ciclo de compostaje. Estas columnas negras se calientan al sol, y los residuos líquidos se evaporan a través de una turbina superior de la chimenea, generando así el compost que se usará como abono. Además, la propia forma de las grandiosas columnas en fachada son un manifiesto eco-monumental del compromiso del edificio con el medioambiente.
El edificio está equipado con un sistema de recogida y almacenamiento de aguas pluviales para el mantenimiento y jardinería del edificio.
