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De neotascas por Madrid, con Mecanismo.

Tradición e innovación se dan la mano en Ardoka. Una vinoteca-neotasca junto a la calle Ponzano, que forma ya parte de la que es una de las zonas de moda gastronómica de Madrid. En ella conviven bares con solera e historia y nuevos restaurantes conceptuales que hacen las delicias del público más exigente.

El equipo de Mecanismo, fundado en 2012 por los arquitectos y aficionados al diseño, Marta Urtasun y Pedro Rica, es el responsable de este original espacio culinario. De raíces vascas y destinado a la degustación de recetas, Ardoka apuesta por la calidad, no sólo en lo que al producto se refiere, sino también respecto al diseño del local.

Innovador y a la vez cercano y cotidiano, el proyecto recupera elementos y materiales tradicionales característicos de la tipología castiza de la zona. Cuidando al máximo la ejecución y el detalle, los arquitectos han creado un espacio único, donde disfrutar de una selección gastronómica de alto nivel y un maridaje con los mejores vinos nacionales es posible.

La situación del local, en un edificio protegido del siglo XX, condiciona la intervención. El granito de la fachada original se recupera mediante un cuidado despiece que enmarca las dos grandes aperturas de acceso al local. Éstas integran y relacionan el interior con la calle, convirtiendo el restaurante en un reclamo para los que pasan por la calle.

Innovador y convencional

Distribuida en torno a una barra principal, la planta baja reinterpreta elementos tradicionales de las cantinas madrileñas. Un uso innovador y poco convencional de la tradición, que los arquitectos han acompañado de diferentes elementos de apoyo para la degustación.

El mobiliario se resuelve mediante una boiserie contemporánea de madera de abedul sobre un panelado de chapa. Los elementos funcionales quedan así envueltos en un espacio rodeado de muros de ladrillo visto, los originales del edificio, y un suelo de terrazo continuo. Se genera así un ambiente novedosamente tradicional.

Usada como txoko (nombre que se da a las sedes de sociedades gastronómicas), la planta inferior está presidida por una gran mesa central de madera de abedul, que aglutina toda la actividad. «Hemos querido crear un espacio donde, como ocurre en los txokos, se genere una relación directa entre la cocina y el comensal», cuentan desde Mecanismo. Para ello, una de las cabeceras integra un espacio de servicio desde donde el cocinero atiende a los comensales. Además, la mesa permite acotar la zona de trabajo, al desplegar sus alas y generar una barra.

Ardoka
Bretón de los Herreros, 9
28003 Madrid
ardokamadrid.com

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