Gente Slowkind descubre al arquitecto Damián Ribas.
«Entro en el estudio y me encuentro con uno de esos micro espacios que le gustan tanto a Damián: la lámpara TMM y la Cesta de Miguel Milá, la butaca Butterfly de Antonio Bonet, una maqueta antigua y un taburete de madera retazo de alguno de sus proyectos. Los planos antiguos de la época en la que trabajaba con su padre sobresalen de algunos cajones y son testigos de los nuevos derroteros de la arquitectura. Damián defiende el protagonismo de la historia pasada en la arquitectura del presente, por eso imagino que guardarlos es una forma de hacer patente esa filosofía.
Con cuarenta proyectos encima de la mesa, Damián dirige cada obra para verificar o corregir lo que estaba dibujado. Hemos descubierto en él a alguien que se apasiona cada día con la arquitectura: cuando empieza un proyecto, en su transcurso, cuando lo entrega y sobre todo cuando ve las sonrisas de las personas que lo reciben.»
Toda la entrevista a Damián Ribas la semana que viene en Gente Slowkind. Stay tuned!
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