Solomillo. La atemporalidad del diseño español.
Ubicado en la primera planta del céntrico hotel, el restaurante cuenta también con una espectacular barra para amantes de la charcutería a pie de calle, con barra de mármol y taburetes Don de Ondarreta, en acabado en piel color cacao, junto a todo un clásico: la lámpara Funiculí de Marset, diseñada por Lluis Porqueras en 1979.
El pavimento de madera natural es de MH Parquets. En cuanto a los colores, el mármol negro de Cosentino es, junto a el verde caqui y el granate, ingrediente básico de la carta cromática que aporta un toque clásico al espacio.
El toque contemporáneo lo ponen piezas como la silla Carola, de Andreu World, o las mesas de Inclass. Los textiles son de la empresa familiar Gancedo, y en algunos asientos y mesitas de Expormin se ha empleado el rattan curvado artesanalmente.
Iluminando el comedor otro clásico del diseño español: la lamparita Básica Mínima de Santa&Cole, que en 1987 apostó por la calidez, asentando las bases del diseño que se defendía en ese momento.
Butacas Tonella con acabados en bronce de Sancal presiden, junto a las alfombras Medina de Nanimarquina y los apliques de luz de Vibia, la sala de espera.
Los accesorios son de la firma navarra Delica, con reposa platos y posavasos de diseño esencialista y aire nórdico. Todas las macetas de la terraza exterior frente al bar son de Vondom.
¿Quién da mas? Una gran apuesta del céntrico hotel por las marcas más internacionales del panorama nacional. Y además, una carne buenísima. Damos fe.
Brasserie Solomillo, Hotel Alexandra DoubleTree by Hilton
C/ Mallorca 251
0808 Barcelona
Fotografía: José Hevia