The Red House es el nuevo proyecto de rehabilitación de Aramé Studio. El equipo ha transformado una antigua nave industrial de Barcelona en una casa patio tradicional, propia de la arquitectura mediterránea.
Una casa de 150 m2 con el encanto del modernismo del Eixample de Barcelona. El estudio de María Odena firma esta rehabilitación donde la recuperación de la arquitectura y los elementos preexistentes han sido la clave.
El estudio Mirag, liderado por Pau Millet y Xavier Ramoneda, plantea una reforma respetuosa con la memoria arquitectónica de esta casa unifamiliar. Ubicada junto al casco antiguo de la Garriga, la vivienda habla de tradición y diseño.
Esta vivienda unifamiliar evoca en su arquitectura e interiorismo la esencia más pura de Formentera. GCA Architects ha proyectado una casa que es la encarnación de este pequeño y encantador paraíso mediterráneo.
Urbano, industrial y bohemio. Así es este loft en Malasaña diseñado por RQH Studio. Una vivienda al más puro estilo neoyorquino que ha conservado la madera natural de su pavimento, las vigas del techo y las paredes de ladrillo visto.
La rehabilitación de este piso en el Eixample de Barcelona ensalza los elementos originales que habían quedado ocultos tras varias reformas. La vivienda se adapta a la vida de los nuevos propietarios situando en el corazón de la casa la zona social.
BABELstudio ha transformado una antigua vivienda y su trastero anexo en un luminoso dúplex de más de 100m2. Haciendo virtud de la adversidad, el proyecto ha recreado una acogedora atmósfera interior a falta de visuales con la calle.
Una vivienda entre medianeras y desarrollada en su totalidad en planta baja ha sufrido una transformación completa por parte de Vallribera Arquitectes. El objetivo era adaptarla térmicamente para hacerla habitable y adecuarla a las necesidades domésticas actuales de los nuevos inquilinos.
Los arquitectos catalanes Manu Pagés y Víctor Lacima han convertido una antigua vivienda situada en el barrio Barcelonés del Poblenou en un espacio doméstico flexible.
Rodeada de viñedos y de campo, esta casa de CŪ4 Arquitectura en Ontinyent, Valencia, parte de dos preexistencias muy importantes. Un profundo respeto por el medio ambiente, la primera; y su pertenencia al edificio ya existente de la bodega, la segunda.
Casi una década para convertir un edificio de finales del siglo XIX y con cuatro reducidas plantas, de apenas 20 m2 cada una, en el lugar de trabajo y residencia temporal de su cliente.
Buscando integrarse en el medio, esta casa en la huerta de Murcia se ha hecho a retales en honor a las viviendas y edificaciones que se levantan a su alrededor. Estudio Número 26 y Pastor y González Arquitectos tienen claro el compromiso del proyecto con el lugar, donde desarrollan un lenguaje único.