Si, nosotros también usamos cookies. Esas cosas con nombre de "galletita" que ayudan a que tu navegación sea más personalizada. Cierra este mensaje y nos darás tu permiso para seguir utilizándolas. Y seguirás disfrutando de diarioDESIGN como siempre.

Feliz viaje por nuestra web Cerrar

Maximalismo vs. minimalismo ¿Vivir en un espacio que grita o en uno que susurra?

La arquitectura y el diseño de interiores han evolucionado en estilos que abarcan desde el barroquismo informativo, caracterizado por la abundancia y el detalle ornamental, hasta la sobriedad minimalista, donde lo esencial cobra protagonismo. Este contraste, más que una simple cuestión de estética, habla de cómo los espacios influyen en nuestro estado mental y en cómo percibimos el entorno que nos rodea.

Durante los últimos años, el movimiento de lo «clean» (limpio) se ha apoderado del discurso en una gran cantidad de sectores. Hablábamos de comida clean, de cosmética clean, de estética clean, hábitos clean un concepto central en la evolución de la identidad de muchas personas y la adopción de un estilo de vida basado en el bienestar.

Un movimiento que, sin duda, acabó por calar en los universos gráficos y del diseño en general, abrazando la sobriedad de logos, imágenes y espacios para ofrecernos un reducto de calma ante una sociedad estridente cargada de estímulos.

Refined Minimalist en Pinterest

Sin embargo, en los últimos meses, comienza a verse, especialmente en redes sociales, una contratendencia cultural por el que las personas abrazan el caos controlado en los espacios. La burbuja de lo clean parece haber estallado.

@girlswhocluster es una comunidad de instagram que muestra el estado real de las habitaciones de muchas chicas de todo el mundo: baratijas, trastos cachivaches pueblan las fotografías en un «cuidado desorden»

Para ejemplificar esta dualidad, nos asomamos al universo de dos diseñadores que ejemplifican estilos totalmente opuestos pero que, con un discurso propio muy trabajado, logran enriquecer el panorama estilístico actual.

Barroquismo informativo y el maximalismo de Jean Porsche

Si por algo se reconoce a Jean Porsche, diseñador mexicano de origen español, es por su estilo maximalista. A través del mismo, los espacios que diseña cobran vida a gracias a una explosión de colores, texturas, patrones y detalles ornamentales. Su estética encarna lo que se conocemos como barroquismo informativo, un término que alude a la riqueza visual, a la información que comunican los elementos decorativos y al juego entre estilos, donde las piezas se combinan para producir un efecto visual intenso y cargado de personalidad.

Espacio ITA-Italian Trade Agency en Casa Decor 2024 – Despacho «Gabinete Visconti»
Jean Porsche Arquitectura. Fotografía: Nacho Uribe Salazar

En los espacios diseñados por Porsche, cada detalle parece hablar, cada elemento tiene una historia, y el conjunto, aunque a primera vista caótico, guarda una coherencia que sólo él sabe equilibrar. Su trabajo se traduce como una mezcla ecléctica de elementos que remiten tanto al arte pop como a detalles clásicos o incluso kitsch. Este enfoque refleja una concepción del espacio que valora la abundancia visual y la mezcla de referencias culturales, ofreciendo un resultado rico y envolvente que puede llevar a los ocupantes a vivir experiencias sensoriales intensas.

Vivienda dúplex en el barrio de Chamberí, diseñada por Jean Porsche Arquitectura. Fotografía: Belen Imaz

La sobriedad minimalista de Deza Setien

En la otra cara de la moneda nos encontramos al minimalismo riguroso del estudio de arquitectura Deza Setien. Lito Deza y Sara Setien apuestan en sus trabajos por la sencillez y la funcionalidad, con un enfoque donde menos es más. La sobriedad que caracteriza al diseño de sus espacios aleja el ruido visual, optando por líneas puras, colores neutros donde el blanco cobra protagonismo y una selección de materiales naturales, como madera y piedra, que logran aportar ese toque de calidez sin recargar el espacio. Este estilo de diseño se concentra en lo esencial y busca maximizar el impacto de cada elemento sin que el ojo se pierda en distracciones.

Apartamento Jota diseñado por Deza Setien. Fotografía de David Zarzoso

La propuesta de Deza Setien no busca imponer múltiples estímulos, sino que pretende crear ambientes que promuevan la calma y la claridad mental. En el arte contemporáneo, el minimalismo irrumpió como un movimiento que rechazaba el exceso y la complejidad visual en favor de la simplicidad y la repetición de formas básicas. En los proyectos del estudio vemos lo mismo, a través de una elección cuidadosa de materiales, colores y formas que fomenta una experiencia sensorial más contenida y relajante, donde cada elemento tiene una razón de ser. Un enfoque por el que el espacio no necesita una gran cantidad de «información visual» para comunicar su propósito, sino que se apoya en la funcionalidad y la serenidad de un entorno despejado.

Aparatamento Jota diseñado por Deza Setien. Fotografía de David Zarzoso

Maximalismo vs. Minimalismo: una comparación en clave sensorial

En la comparación entre estos dos enfoques, podemos observar cómo los espacios maximalistas como los de Porsche generan una especie de recarga sensorial, que resulta estimulante y cargada de detalles a explorar. Un estilo que rompe con la uniformidad imperante de los últimos años para aportar a los espacios una riqueza visual y una inspiradora variedad de texturas y colores.

Un estilo que sin embargo, puede resultar sobrecogedor para quienes buscan la simplicidad. El minimalismo de Deza Setien apuesta por reducir los estímulos a lo esencial, ofreciendo espacios donde la mente puede «respirar» y donde el ambiente parece susurrar en lugar de gritar. Una experiencia espacial introspectiva, en la que los ocupantes puedan encontrar paz y concentración en un entorno sin ruido visual.

Fotografía de portada: Claude Missir Interiors

Artículos relacionados

Casa Norte: la arquitectura de lo esencial en diálogo con la historia

Arquitectura colonial y vegetación tropical en las nuevas oficinas de Ron Brugal en Madrid

Arquitectura a la mesa. Así es Llama Inn, un restaurante peruano de inspiración neoyorkina con toques castizos.

Revolución sensorial: tres tendencias en CMF que están dando forma al diseño