Un nuevo paradigma de oficina en Torre Picasso
En la planta 42 de la Torre Picasso, Destudio ha materializado su visión del espacio de trabajo contemporáneo a través de 330 m², donde la tecnología se vuelve invisible y el bienestar, tangible. Un proyecto en las alturas de Madrid que combina materiales naturales con sistemas domóticos de última generación.
La nueva dimensión del espacio corporativo
En las alturas de Madrid, donde el cielo se abre como un lienzo infinito, Destudio ha proyectado un nuevo concepto de espacio de trabajo. El diseño responde a un programa inusual: una oficina de 330 m² para cuatro empleados fijos y hasta ocho visitantes ocasionales
La propuesta, ganadora de su concurso, despliega un equilibrio armónico entre funcionalidad y estética. Con sensibilidad y precisión, el estudio ha transformado cada rincón en un espacio que potencia la experiencia laboral, integrando tecnología y vegetación.
De esta forma, Destudio ha logrado un modelo de oficina que, más allá de la funcionalidad, eleva el bienestar en el trabajo, proponiendo un nuevo paradigma para el espacio laboral. Aquí, cada rincón inspira y cada elemento cumple su propósito de mantener la experiencia del usuario como absoluta prioridad.
Distribución escenográfica
El espacio se estructura en dos zonas: un área de trabajo y un ala comercial, unidas por una recepción que actúa como punto focal. Esta, concebida como una rótula arquitectónica, se alza como el corazón del proyecto. De formas esculturales y atmósfera íntima y compacta, esta zona crea circulaciones fluidas y una experiencia escenográfica memorable.
Su diseño circular, con mobiliario concéntrico y coronado por un techo tensado o e iluminado que crea un primer impacto escenográfico. Esta combinación de arquitectura y escenografía introduce una circulación natural hacia las áreas de trabajo y reuniones, diferenciadas pero conectadas a través de un recorrido armonioso.
Espacios inspiradores
Cada estancia de esta oficina de Torre Picasso ha sido proyectada desde su singularidad e idiosincrasia. Por ejemplo, el comedor, diseñado con la calidez de un restaurante, rompe con la monotonía habitual de las áreas de descanso corporativas. Su cuidada decoración actúa como un inspirador telón de fondo para los trabajadores, repleto de vegetación que invita a la desconexión y al disfrute.
Por su parte, el área comercial se abre a cuatro salas de reuniones. Cada una con identidad propia, como si se tratara de cuatro pequeños universos independientes unidos por una acogedora zona de espera. Así pues, esta diversidad espacial responde a las diferentes necesidades de interacción y colaboración que pueden surgir en el día a día en el trabajo.
Tecnología invisible, materialidad sobria
Destudio ha incorporado la domótica al espacio a través de un enfoque holístico del bienestar laboral. Lejos de ser protagonista visual, la tecnología se integra de forma discreta a través de un sistema de domótica que controla la iluminación, la climatización y la protección solar.
Esta sofisticación técnica se complementa con una selección de materiales nobles y naturales: placas de arcilla que purifican el aire, maderas y piedras naturales, junto con elementos acústicos que contribuyen a crear un ambiente saludable y confortable. El resultado es una atmósfera sobria, con líneas puras y limpias, que genera un entorno propicio para la atracción y retención de talento.
El compromiso de Destudio con la excelencia queda reflejado en las dos certificaciones de prestigio que avalan el proyecto. Por una parte, LEED, que garantiza la sostenibilidad tanto en la construcción como en el ciclo de vida del espacio. Por otra, WELL, que certifica las condiciones óptimas para el bienestar de los ocupantes.
En definitiva, esta oficina de Torre Picasso representa una nueva filosofía corporativa donde la tecnología, la sostenibilidad y el bienestar convergen para crear espacios que inspiran y nutren el talento. Destudio ha apostado con valentía por cada elemento, material y decisión de diseño con el objetivo de redefinir la percepción del espacio de trabajo contemporáneo.
Fotografía: Salva López