Sostenibilidad convertida en arte en la nueva tienda de Thinking Mu
El interiorista Isern Serra plasma los valores de Thinking Mu en su tienda de Barcelona. El estudio ha proyectado un espacio que habla de ética y estética, donde cada elección es deliberada. Con formas escultóricas, materiales sostenibles y un enfoque en la transparencia, se presenta como una obra de arte y un nuevo punto de encuentro en la ciudad.
El estudio de Isern Serra ha diseñado la nueva tienda de Thinking Mu en Barcelona, creando un lugar que va más allá de lo comercial. Este espacio se presenta como punto de encuentro abierto a la ciudad, donde los valores de la marca se transforman en arte y creatividad. Con una atmósfera cálida y aires mediterráneos, el diseño integra materiales naturales, formas escultóricas y una total transparencia que conecta el interior con el exterior.
Pensada para reflejar la esencia de Thinking Mu, cada rincón refuerza su compromiso con la sostenibilidad, el diseño consciente y el sentido de comunidad. Así pues, cada detalle evoca el vínculo de la marca con el planeta y la moda responsable, haciendo de esta tienda un lugar que inspira tanto por su estética como por su ética.
Una tienda abierta a la ciudad
En pleno corazón del Eixample barcelonés, se alza una amplia fachada de vidrio como metáfora de su apertura a la ciudad y sus habitantes. Este gran escaparate no solo atrae las miradas de los transeúntes, sino que también establece un diálogo constante con el entorno urbano. Además, su transparencia refleja el compromiso de la marca con la ética en la producción y el sentimiento de comunidad.
A través del cristal, se percibe un acogedor rincón dedicado al café, donde la marca invita a los visitantes a interactuar y disfrutar. Esta zona pone en valor la relación de Thinking Mu con su comunidad, creando un ambiente de intercambio y cercanía. Al cruzar la entrada, una barra de acero inoxidable, diseñada a medida, recibe a los visitantes. Este elemento arquitectónico marca el inicio de un recorrido en el que arte y diseño se funden cuidadosamente con los valores de la marca.
Formas escultóricas, materiales conscientes y acabados imperfectos
El equipo de Isern Serra ha proyectado el interiorismo del espacio como una auténtica galería de arte. En él, cada pieza de mobiliario ha sido concebida como una escultura a medida. Por otra parte, la elección de materiales naturales y los acabados imperfectos evocan la más pura esencia del Mediterráneo.
Los revestimientos de Ecoclay juegan un papel clave, aportando textura y una sensación orgánica a las superficies. Este material, además de ser sostenible, transmite una honestidad que refleja fielmente el compromiso ecológico de Thinking Mu. De este modo, el diseño interior no solo realza la estética, sino que se alinea perfectamente con los valores éticos y responsables de la marca.
En el centro del espacio, una monumental mesa de microcemento a dos niveles se presenta como protagonista. Esta pieza, más allá de su función de exhibir productos, se erige como una obra de arte en sí misma. Además, la disposición del mobiliario sigue la misma línea escultórica, manteniendo esa dualidad entre diseño y funcionalidad: estanterías semicirculares de hierro, percheros apoyados sobre una roca maciza y una esfera de hierro. Estas formas juegan con la mezcla de geometrías puras y elementos primitivos que aluden a una perfecta simbiosis con la esencia de la firma, plasmada por Isern Serra.
Terracota como hilo conductor
El color terracota cose el interiorismo y actúa como elemento unificador. Su conexión con la naturaleza y su capacidad para transmitir calidez lo convierten en el hilo conductor perfecto para un espacio en el que predominan los tonos neutros. De esta forma, el estudio emplea el terracota para realzar cada detalle. Desde los marcos de la fachada acristalada hasta los escalones curvos que conducen al interior, este color dibuja una continuidad visual que evoca el paisaje mediterráneo.
Además, Isern Serra ha creado un túnel que funciona como transición entre las diferentes zonas de la tienda. Su acabado en terracota genera una atmósfera envolvente, casi onírica, que potencia la sensación de espacialidad y profundidad. A través de un espejo situado al final de este túnel, se multiplica visualmente el espacio para crear un juego de percepciones infinitas.
Punto de encuentro para la creatividad
Al final de ese onírico túnel terracota, aparece un área concebida como punto de encuentro para la creatividad. Unas gradas curvas, inspiradas en los anfiteatros clásicos, ornamentan el espacio y están destinadas a albergar eventos, presentaciones y encuentros.
En el centro, un gran óculo circular retroiluminado irradia una luz suave, creando una atmósfera etérea. Este elemento sobrevuela una escultura de la artista Sara Regal, elaborada a partir de escombros generados durante la reforma de la tienda. Una pieza que no solo actúa como mesa de exposición, sino que también cierra este círculo perfecto de sostenibilidad y creatividad.
Fotografía: Salva López
Dirección: C/ Rosselló 220, 08008 Barcelona, España