Hablamos con Sancal, la empresa ganadora del Premio Nacional de Diseño 2024

Sancal empezó su andadura en el mundo del diseño en 1973, como un pequeño taller de tapicería familiar. Con los años -y el potencial de aquello que se hace con pasión- la empresa creció hasta ser un referente internacional atesorando colaboraciones con arquitectos de la talla de Toyo Ito. En 2007 la segunda generación, formada por Esther y Elena Castaño-López, asumió la dirección de la firma murciana aportando una visión más emocional, hedonista y extrovertida. Para comprobarlo y celebrar su recién estrenado Premio Nacional de Diseño, hemos tenido la ocasión de reunirnos con Esther Castaño-López, CEO de Sancal.

Hace 50 años Santiago Castaño decidió transformar un garaje en Yecla en un pequeño taller de tapicería. Hoy Sancal exporta a más de 90 países y es Premio Nacional de Diseño. ¿Cuál es el secreto de vuestro éxito?

Trabajo, trabajo y más trabajo. Es cierto que es importante tener un poco de suerte y también tener cierta capacidad de análisis para enfocar bien tus objetivos y posibilidades, pero Santiago nos ha inculcado a todos, dentro y fuera de la familia, que los mejores resultados se obtienen a base de un esfuerzo constante.

Después de tantos años, ¿dónde buscáis la inspiración? ¿Cómo se consigue seguir a la vanguardia?

La inspiración yo te diría que está un poco en el aire, aquí y allá. Al final somos personas inquietas con gusto por muy diversos temas, historia, música, cine, pintura, literatura, arqueología, arquitectura…

En Sancal trabajáis a menudo con jóvenes diseñadores. ¿Qué cualidades consideráis indispensables en la formación de un diseñador?

Pues algo que creo que falta un poco últimamente es historia del arte y del diseño. Nadie crea de cero, siempre hay alguna influencia, pero es fundamental saber de dónde vienen. Especialmente ahora con IA, me parece muy importante conocer lo que han hecho otros autores antes que tú para tener claro qué de nuevo puedes aportar y que es más de lo mismo.

¿Cómo se encuentra, según vuestra perspectiva, el panorama español en relación con el diseño?

Creo que hay mucho talento tanto en las empresas como los estudios de diseño. No obstante, me gustaría que estuviera más incrustado en el ADN de nuestra cultura y que a nivel social se viera como algo natural. Esto pasa por ejemplo en países con más tradición como Dinamarca o Italia. Pero también son países con más apoyo por parte de las instituciones. No veo mucho la televisión, pero es indignante que algunos programas no cuiden nada la arquitectura del setting y ya el colmo es cuando ves copias muy burdas de grandes diseños. A eso me refiero cuando digo que es importante conocer lo que ya han creado otros para respetarlo. Y quizás esto pasa en España, que la cultura del diseño no está tan generalizada.

En el contexto actual, es obligatorio exigirle al diseño que sea sostenible. ¿Cómo abordáis este reto desde Sancal?

Lo primero de todo es hacer productos de calidad que duren mucho tiempo y que tengan un diseño del que te enamores y que quieras que te acompañe allí donde vayas. Es decir, aportar productos para consumidores conscientes que no estén buscando productos de usar y tirar. Y claro a nivel de fabricación cumpliendo todo tipo de certificaciones en el tratamiento de residuos, emisiones a la atmósfera, salud en el trabajo, y también reduciendo la energía consumida que además viene de fuentes renovables.

Se está hablando mucho de la arquitectura de los cuidados, aquella que es capaz de aportar bienestar a los usuarios que la habitan. ¿Creéis que el diseño también es capaz de cuidarnos?

De forma indirecta sí. Un buen diseño en un espacio bien diseñado va a hacer la vida de quien lo habite mucho más confortable y al final tener espacios propios en los que sentirte cómoda y confiada sin duda contribuye al bienestar de forma integral.

Para finalizar, ¿podéis contarnos en primicia los próximos pasos de Sancal?

Este año sacamos varias novedades con diseñadores españoles y europeos. Será en Milán como ya viene siendo habitual y tendremos un stand y una apuesta de color que no os dejará indiferentes. Hasta ahí puedo leer. 

Fotografías: cortesía de Sancal