Melbourne: planificación urbana para ganarle al cemento y la sobrepoblación
Las previsiones indican que la ciudad australiana contará con ocho millones de habitantes para 2050, superando a Sídney. Con este panorama, Melbourne ha llevado adelante diferentes medidas para mejorar su calidad de vida y ser más sostenible.
Australia siempre se cuela entre los países con las mejores ciudades para vivir. La disputa suele darse entre Sídney, Brisbane, Perth o Melbourne. Ubicada en la costa sur del país, capital del estado de Victoria, Melbourne está experimentando un crecimiento de su población que no la aleja de la buena calidad de vida que disfrutan sus habitantes. La ciudad se ha apoyado en el urbanismo para poder hacer frente al aumento de su población con todo lo que ello implica: más edificios, más vehículos y, por consecuencia, más contaminación.
Para entender por qué Melbourne es ejemplo de urbanismo es necesario conocer su entramado urbano. La ciudad, en concreto su central business district, está diseñada a modo de cuadrícula, dando como resultado numerosos callejones entre sus principales calles. Estos pasos se volvieron clave en el urbanismo de Melborune. En efecto, la ciudad lanzó en 2016 el programa Green Your Laneway con el objetivo de aumentar la vegetación urbana en estos callejones.
Con el programa se buscó reducir los efectos de isla de calor, aportar bienestar a los residentes y mitigar el impacto de las inundaciones en el centro de la ciudad. Tal y como sucede en varias ciudades europeas, se implementaron ejes verdes, jardines verticales, así como también priorizar las áreas peatonales.
Plan a largo plazo
La planificación urbana ha estado siempre en el centro de las políticas públicas de Melbourne. En 2002, el Gobierno advirtió que, de mantenerse ciertas tendencias, la ciudad debería hacer frente a la expansión continuada del desarrollo urbanístico por sobre las áreas agrícolas y el aumento de la población.
Siendo hoy la segunda ciudad más poblada de Australia, por detrás de Sídney, Melbourne duplicará su población para 2050, hasta ocho millones de habitantes. Frente a este panorama, se puso en marcha el plan Melbourne 2030, basado en la planificación para el desarrollo y crecimiento sostenible de la ciudad. El plan establece una visión para el crecimiento de la ciudad que consta de una guía para la planificación urbana, el transporte, la vivienda y otros aspectos clave del desarrollo urbano.
Otro de los planes impuestos por el gobierno es el Plan Melbourne 2017-2050, que, en concreto, trata de dar mejoras al transporte público con el objetivo de que todos los empleados puedan llegar a sus puestos de trabajo en menos de veinte minutos.