Gilda Haus: el nuevo “place to be” de Madrid inspirado en la estética de David Lynch
Codoo Studio ha diseñado el interiorismo de un local en Chueca que fusiona la taberna castiza, la coctelería clásica y la música electrónica. El resultado es un espacio monocolor fresco y moderno en el que comer, socializar y bailar desde el mediodía hasta la madrugada.
Diseñando una neo-taberna castiza
Si quisiésemos plasmar la arquitectura de Madrid en una imagen seguramente lo haríamos mediante la Puerta del Sol, la sede del ayuntamiento en Cibeles o, para los más instruidos en la disciplina, el edificio Torres Blancas de Saénz de Oiza y el edificio Oasis de Fernando Higueras. Pero si quisiésemos reflejar la esencia de la capital, las imágenes no valdrían. Tendríamos que recurrir a la música y color de las fiestas de San Isidro o al sabor de las tascas castizas. Es precisamente en los bares de Madrid donde la gastronomía y la cultura se fusionan. Tapas, banderillas y pinchos han sobrevivido a modas y generaciones; desde la Guerra Civil a la Movida Madrileña.
Por este motivo no es de extrañar que las tascas castizas estén volviendo con fuerza al panorama gastronómico y turístico de la ciudad. Lo están haciendo siguiendo un nuevo concepto, la neo-taberna, que fusiona la esencia cañí con referencias estéticas y culturales contemporáneas. Un buen ejemplo de esta nueva tipología arquitectónica es Gilda Haus. Se trata de un local recién inaugurado en el barrio de Chueca diseñado por Codoo Studio.
Se trata de un nuevo concepto gastronómico que fusiona un elemento tan castizo como el aperitivo -en la carta no faltan vermús, gildas y sándwiches- con la música electrónica, los cócteles y el ocio nocturno. Todos estos conceptos, aparentemente incompatibles, en Gilda Haus confluyen en un mismo espacio en el que comer, socializar y bailar desde el mediodía hasta las 3 de la madrugada.
Un espacio monocolor inspirado en los clubes de los años 70
El proyecto arquitectónico de Gilda Haus ha diseñado una atmósfera propia que abstrae al usuario de lo que sucede en el exterior. Para ello los arquitectos han tomado como referencia los clubes italianos de los años 70 y han revestido el espacio con terciopelo naranja de alto brillo. Un color que aporta la calidez del día en la noche y la oscuridad de la noche en el día. Encajando de este modo con todas las franjas horarias de apertura del local.
Como contrapunto a la supremacía del color naranja que inunda los 230 metros cuadrados de superficie del local, se han incorporado destellos metálicos que emanan de espejos, mesas y sillas de aluminio, plafones suspendidos típicos de las oficinas de los años 80 y una mesa para el dj en color azul eléctrico. El resultado es un espacio monocolor, fresco y moderno que parece sacado de una película de David Lynch.
Sobre Codoo Studio, autores del proyecto
Los arquitectos Sergio Ortiz y José David Costa están al frente de Codoo Studio, un joven estudio de arquitectura fundado en 2019 y ubicado en la calle Salitre, en el madrileño barrio de Lavapiés. Sus proyectos se caracterizan por no seguir modas, mantener la esencia original de los inmuebles intervenidos y utilizar el color como herramienta para elevar los espacios.
Fotografía: Germán Saiz