Silla Barcelona: cómo la Expo 1929 y Mies van der Rohe la convirtieron en un icono del diseño
Fue diseñada para que los Reyes de España se sentaran en ella al visitar el pabellón alemán en la Exposición Internacional de Barcelona en 1929. El diseño de la silla Barcelona ha trascendido las décadas siendo hoy un sinónimo de elegancia y atemporalidad.
Casi un siglo de historia
¿Puede un diseño con más de noventa años de historia funcionar de manera moderna en un ambiente? La silla Barcelona, creada en 1929, ha logrado trascender en el tiempo, con pocas variaciones en su diseño y manteniendo la elegancia de sus líneas simples y modernas. En su historia radican varias curiosidades.
El diseño de la silla Barcelona estuvo a cargo de Lilly Reich, quien contó con el apoyo de un grande de la arquitectura: Mies van der Rohe. De hecho, el arquitecto alemán es confundido como el principal artífice del asiento, pero en verdad fue idea de Reich. La silla fue creada para el Pabellón alemán en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, en el intento de hacer resurgir la cultura alemana tras la Primer Guerra Mundial.
En primera instancia, la silla no sólo iba a ser parte del escaso mobiliario que tenía el pabellón, sino que su fin inicial era servir de asiento para cuando los Reyes de España y las autoridades alemanas visitaran la instalación. De hecho, la idea de los diseñadores era que no podía ser una silla de cocina o tradicional, sino que tenía que representar elegancia y comodidad.
De la Bauhaus al menos es más
La silla Barcelona sintetiza a la perfección una de las máximas de Mies van der Rohe: menos es más. Sus líneas simples las han hecho trascender en el tiempo y que hoy sea un mueble adaptable a cualquier estilo y espacio. La silla es una fiel heredera de la Bauhaus, respetando la idea de que el mobiliario debe complementar el entorno arquitectónico y no competir con él.
El diseño de la silla Barcelona está inspirado en la sella curulis, asiento que utilizaban los magistrados romanos en la antigüedad. La de Reich y Van der Rohe cuenta con proporciones armoniosas cuya estructura se realiza en acero inoxidable pulido. El asiento y el respaldo, realizados en piel de cerdo, están hechos con 40 paneles individuales que se realizan y ensamblan a mano. Los botones que rematan cada panel son hechos de piel de vaca.
El cuadro de la silla Barcelona está soldado en una sola pieza. Acompañada también de un reposapiés, los cojines son de espuma de poliuretano de alta calidad y alta elasticidad con relleno de fibra de poliéster de dacrón en forma de plumón. Para soportar los cojines se colocan 17 correas de cuero remachadas con aluminio.
Actualmente, la silla Barcelona cuyo nombre original de serie es MR90 es editada por Knoll. Disponible en varios colores, el asiento no ha respetado las premisas básicas de la Bauhaus, de hacer muebles en serie y a un precio accesible. Sin embargo, a partir de los años 50 y con la popularidad que ganó la silla Barcelona se realizaron algunas modificaciones en su fabricación para poder producirla a gran escala.