¿Cómo cambian los espacios que habitamos? La vivienda, más inclusiva y el interiorismo, una herramienta para la salud.
De acuerdo con un estudio realizado por APE Grupo, el 67% de los profesionales del sector asegura que un buen diseño de interiores mejora la salud de las personas, moldeando las nuevas tendencias de la vivienda. Viviendas más inclusivas y con espacios multifuncionales serán las tendencias que marcarán el diseño de interiores.
El diseño de interiores como una herramienta de cambio
Cuando hablamos del futuro del diseño de interiores hay retos que visualizamos con claridad. El aumento de la población, la concentración de viviendas en las grandes ciudades y el envejecimiento deberán ser tenidos en cuenta a la hora de proyectar casas y están presentes en las tendencias de en viviendat
El estudio The New Habitat 24-25, así cambian los espacios que habitamos, elaborado por APE Grupo, analiza el futuro del diseño de la vivienda, los hoteles, las oficinas y el comercio. De acuerdo con el informe, las ciudades requerirán generar lugares saludables y en contacto con la naturaleza, mientras que los lugares residenciales deberán ser más autosuficientes.
El diseño de interiores es una herramienta del cambio y tiene la capacidad de proyectar futuros mejores para las personas, los animales y el planeta. Un buen diseño de interiores contribuye a la mejora de la salud, según el 67% de los profesionales consultados para el informe.
Además, casi la totalidad de los diseñadores de interiores tienen en cuenta la condición de salubridad de los espacios, convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales a la hora de crear viviendas.
Tres tendencias en vivienda que marcarán el diseño de los hogares
El informe también resalta cómo los cambios sociales están modificando las viviendas. Según Rosa Urbano, del estudio de diseño interior Urbano By U, hay que hacer frente a la necesidad de un espacio flexible y versátil. “El espacio de la vivienda se reduce y tenemos que plantear soluciones que hagan la vida más amable y cómoda en espacios reducidos, ¿cómo vive una pareja en un espacio de 25 m2? Cuestiones como esta serán críticas para el interiorismo”, destaca Urbano.
Pensar a la vivienda como espacio inclusivo es una de las tendencias que destaca el informe. La demanda del diseño inclusivo será tener en cuenta la diversidad física y sensorial, además de la neurodiversidad. En este sentido, se priorizirá la estética homely, alejada de la clínica tradicional; el diseño respetuoso con los sentidos; la smart-chitecture, con soluciones inteligentes para acondicionar las viviendas; y el open-plan design, con espacios amplios para asegurar la accesibilidad.
La segunda tendencia en la vivienda que destaca el estudio es la de pensar la casa como un lienzo en blanco. El concepto tradicional de vivienda ha cambiado y seguirá evolucionando, tomando a la casa como un lienzo en blanco, donde los habitantes determinen sus funcionalidades y no al revés.
Como consecuencia, el hogar dejará de ser estático para convertirse en un conjunto de espacios flexibles. El dinamismo y la multifunción en el diseño de mobiliario serán la clave de un interiorismo pragmático y duradero. Las empresas especializadas en mobiliario para el hogar deberán convencer a los consumidores de la inversión en sus piezas.
Aportar al diseño múltiples configuraciones, la posibilidad de elegir materiales responsables y opciones de personalización inteligentes serán formas clave de ayudar a ver el valor añadido que esto supone en una única pieza.
Viviendas con alma
Por último, es necesario preguntarse qué es el hogar para aquellas personas que no pueden permitirse uno. El hogar expande su significado, ya que ahora pueden ser las personas: los amigos, la familia y las comunidades que te nutren y sostienen.
Impulsados por la crisis de vivienda actual, arquitectos y diseñadores están reinventando espacios comunitarios, como patios, bloques de viviendas y centros urbanos, a medida que la vida en común sigue creciendo.
Esto allanará el camino al mercado de alquiler de viviendas y muebles, que también se alinea con la mentalidad de las generaciones más jóvenes sobre sostenibilidad y el deseo de expresión creativa. Viviendas con alma, como llama el informe a esta tercera tendencia, defiende la vuelta a épocas más sencillas, recurriendo a formatos de vecindad para servir de inspiración a modos de vida más pausados y conscientes.