La reforma de esta casa con terraza la ha convertido en un mirador sobre los tejados del Barrio Gótico.
En pleno centro de la Ciutat Vella, en la Plaza de George Orwell, se llevó a cabo la reforma de esta casa con terraza (y qué terraza, nada menos que 120m2). Daniel Rotmensch Studio ha sido el encargado de infundirle vida a través de una distribución abierta y respetando los elementos arquitectónicos originales del edificio. Armonía y sobriedad en materiales y gama cromática hacen de ella una casa para ser vivida y disfrutada.
Doble renacimiento: el resurgir de un barrio y la nueva vida de esta casa
En el Barrio Gótico de Barcelona se encuentran numerosos edificios con un enorme valor histórico pidiendo a gritos una rehabilitación. Acudir a la llamada de casas que necesitan un lavado de cara y en muchos casos, una reforma que vaya más allá fue precisamente lo que hizo Daniel Rotmensch Studio. Ha liderado el proyecto de rediseño, restauración, reconstrucción y reforma integral de un inmueble situado en la ciudad vieja, en una zona antaño conflictiva que, por suerte, ya es parte del pasado.
No ha estado solo. En este viaje le ha acompañado el saber hacer de la tienda de mobiliario CULTO Interior Design y juntos han aunado fuerzas (y sobre todo, buenas ideas) para darle el enfoque adecuado al proyecto de interiorismo.
El objetivo principal del proyecto era crear un contraste de líneas fuertes y armoniosas entre los elementos arquitectónicos originales del edificio, el mobiliario y la decoración, dando especial importancia a la armónica combinación de materiales como el cemento, el metal, la piedra, el papel maché y la madera recuperada. Y sin olvidar encontrar la manera de maximizar el potencial de la terraza.
Distribución abierta respetando el origen del edificio
En el interior, destaca la herencia del edificio: vigas de madera recuperada, suelos de nogal en espiga y paredes de estuco natural combinado con yeso blanco. A pesar de la intensa reforma de esta casa con terraza, se ha mantenido el carácter de los elementos originales. Contrastando con una actualizada selección de mobiliario, se exponen detalles de líneas marcadas y materiales toscos como caños de hierro, chapas y estructuras de bronce. Junto a ellos, otros elementos más refinados como lámparas de papel blanco, cortinas de lino, sillones de algodón orgánico o ropa de cama en tonos naturales.
El color se presenta a través de los propios materiales, evitando siempre el uso de tintes ni pinturas. Sillas de cuero natural, una lámpara colgante que combina piedra verde con latón, la mesa del comedor de cemento gris, terracota en las mesitas de noche y otros muebles de madera noble sin tratar. Cero artificios en una casa para ser vivida.
Armonía y sobriedad en materiales y gama cromática
Para romper ligeramente la uniformidad de los materiales se optó por un sofá en capitoné de corte nórdico con personalidad en tono azul navy para el salón. Lo de los sofás azules es una tendencia que hemos detectado hace tiempo, así que avisados quedan, lectores: pongan un sofá azul en sus vidas.
En cuanto a distribución, la reforma de esta casa con terraza unifica la sala, el comedor y la cocina en un solo espacio abierto. “nuestra función ha sido dar forma y materializar las propuestas concretas desde un punto de partida ambicioso y muy estimulante”, dicen los arquitectos. Gracias al revestimiento de piedra natural y paneles de madera, la cocina se convierte en parte del mobiliario. Sobrio, sí, pero con estilazo.
La cocina es la estrella de la casa. Los paneles de madera aportan un toque distintivo y un carácter contemporáneo. Las líneas puras corren a cargo de la isla en tonos oscuros con vetas blancas. La encimera, con un elemento mucho más orgánico que nos remite a las cocinas de antaño, retoma la antigua barra de hierro en la pared que se utilizaba para colgar las sartenes, cazuelas y otros utensilios de cocina.
Dormitorios y baños que son como entrar en un spa
Otro aspecto a tener en cuenta fue el aprovechamiento de la luz natural. En los dormitorios, una pared de cristal con perfiles metálicos separa y permite mostrar el muro de fachada interior y los armarios. Así se deja pasar la luz (y uno se asegura de tenerlo todo ordenado, ya que queda a la vista).
El baño es como un spa tropical en tonos grises, negros (la grifería negra parece que llegó para no irse nunca) y blancos. A nivel estructural, cabe destacar una majestuosa bañera exenta y un baño con azulejos XXL que dan una sensación de continuidad y superficies suaves a la estancia.
Una terraza que vale por 2 de más de 22
La terraza es el valor añadido de cualquier casa, tanto en tamaño como en utilidad. Poder disponer de un espacio al aire libre, un oasis en el corazón de una gran ciudad, bien sea un patio, o como en este caso, un mirador sobre los tejados de la parte antigua de Barcelona, no tiene precio. O sí, pero en este caso no es lo importante. Lo verdaderamente importante es convertirlo en un espacio habitable durante todo el año, y no dejarlo relegado a almacén de bicis y trastos viejos.
En este caso, la terraza, de unos 120m2, es un como un apartamento al aire libre, totalmente equipado, con las mismas prestaciones que en el interior. Se puede cocinar, comer, descansar, ducharse o disfrutar con amigos de las noches de verano alrededor de una pequeña hoguera. «El cliente quería aprovechar al máximo los metros de exterior y sacarles el máximo partido. Y para nosotros era muy importante no perder el romanticismo y conseguir un ambiente realmente sugerente para sentir y valorar su privilegio”, inciden los arquitectos de Daniel Rotmensch Studio. Y no les falta razón.
Tras la reforma, en esta casa con terraza se instalaron dos grandes pérgolas que dan sombra a la mesa de comer y de descanso. Además de la cocina con asador y parrilla, cuenta también con una zona lounge con dos camastros, dos duchas, un rincón love nest y un área chill out con varios sillones alrededor de un brasero. Vamos, que no le falta de nada. La guinda de pastel: los muebles son de madera recuperada. Se han pintado con un suave toque gris especialmente resistente a las inclemencias del tiempo. Los hay que están en todo y los hay que solo queremos una cosa: estar en esa terraza tomando el sol y rodeados de plantas tropicales.
Fotografía: Elton Rocha