Sobriedad y minimalismo una vivienda unifamiliar en Ílhavo, Portugal.
El estudio de arquitectura portugués liderado por Ricardo Senos y Sofia Senos, M2 Senos Arquitectos, firma esta casa en Ílhavo, Portugal. Una vivienda unifamiliar rodeada por antiguos campos de cultivo pero, aún así, muy urbana.
«Tras heredar el terreno de sus abuelos, los propietarios decidieron construir en él esta casa», cuentan los arquitectos, que destacan la singular geometría del solar. Una finca alargada y de poca profundidad, que recorre la calle para desaparecer con su curva. Sobre ella, se posa una casa que trata en todo momento de evitar la proximidad de la calle y los vecinos.
Una casa que se adapta a la parcela
Para gestionar estos condicionantes sin renunciar a los espacios exteriores, M2 Senos Arquitectos optan por una construcción apoyada en el lindero vecino por el oeste y que se desarrolla hacia el este ocupando el terreno que la normativa permite.
Dinámica, la casa parte de una distribución regular en el oeste que se desmaterializa según avanza hacia el este para adaptarse a la curva. En altura, este juego de volúmenes y retranqueos se potencia al añadir un nivel más a la zona central.
Patios como pequeños ecosistemas
Para contrarrestar la proximidad a la calle y a los vecinos, todos los espacios interiores se alejan de la fachada. Se crean así «patios» íntimos y protegidos que generan una relación ambigua entre exterior e interior, reforzada por la existencia de las contraventanas.
«Estos ecosistemas borran cualquier recuerdo de vida exterior», cuentan los arquitectos. El lugar incorpora espacios naturales, visualmente idílicos, con árboles y arbustos nativos que protegen, dan sombra, perfuman e incluso dan hierbas aromáticas.
Una distribución muy racional
En el interior, el programa se ordena de una forma muy racional, con el garaje en la zona orientada a oeste y con acceso a un primer cuerpo dedicado a los servicios (lavandería y zona técnica). El acceso principal se produce, sin embargo, por el centro de la planta, protegido de la calle por unos muros que se prolongan.
El hall separa la zona de día, situada a la izquierda, de la de noche, a la derecha. La primera, con el salón y la cocina como espacios relacionados pero independientes, en la planta baja. En la planta superior, un gimnasio y un despacho abiertos a los balcones.
Las habitaciones y sus baños se han diseñado para disfrutar de una total autonomía frente a los espacios sociales.
Riqueza material
A nivel material, el interior de esta vivienda unifamiliar combina techos de hormigón, marcos de aluminio y una madera de Riga que aporta la calidez necesaria. Fuera, las fachadas apuestan por un telón de fondo de hormigón y una pasta bituminosa color crema que aporta equilibrio visual y una sobriedad, sobre el que se superponen materiales naturales, como el granito o la madera de las contraventanas.
Fotografías: Ivo Tavares Studio