Curioso juego de fachadas yuxtapuestas en Portugal.
Mário Alves es el autor del proyecto 5ª Avenida, un bloque de uso residencial y comercial en una de las calles más antiguas de Aveiro. Una ciudad caracterizada por la riqueza arquitectónica de sus antiguas fachadas, donde el arquitecto portugués ha sabido conjugar tradición y modernidad.
«El proyecto se basa en la demolición de un edificio degradado», cuenta el arquitecto, que destaca la principal premisa, de «mantener y rehabilitar la fachada del edificio existente«. De esta forma se logra preservar su valor histórico y arquitectónico en la disposición de la Avenida Dr. Lourenço Peixinho.
De morfología regular y rodeado por edificaciones en sus linderos este y oeste, la parcela donde se sitúa el nuevo bloque tiene un desnivel de 2,5 metros entre los orientados norte y sur.
Análisis del entorno
Tras analizar el entorno, con diferentes alturas y un diseño desordenado, el proyecto propone un frente armónico a la calle. Un volumen único y de zinc, retranqueado frente a una fachada original a la que cede todo el protagonismo.
Con una altura de cuatro plantas, el nuevo edificio señala una elevación de referencia que, cuando las construcciones vecinas crezcan, dibuje un horizonte uniforme.
Cubierta a dos aguas
Para solucionar la diferencia de cotas entre las dos fachadas, el volumen incorpora una característica cubierta a dos aguas hacia la Avenida Dr. Lourenço Peixinho.
Diseñado como una única pieza que no quiere robar protagonismo a la fachada histórica, el nuevo alzado aparece retranqueado y con los huecos de las ventanas siguiendo las alineaciones del existente.
Fachada trasera
Con cinco plantas, la fachada posterior tiene el acceso rodado con un gran zócalo corrido que abre al garaje. Los pequeños balcones que emergen de la fachada crean un ritmo distinto y abren el interior a la calle.
Un interior sobrio y elegante
Las zonas comunes del edificio combinan superficies espejadas y reflectantes con obras de arte y escultóricas luminarias.
Más sobrias y dominadas por un luminoso color blanco, las viviendas incorporan la madera para añadir calidez. En el suelo y en cuidados detalles, como el biombo de vidrio que separa la zona del estar-comedor-cocina de las áreas más privadas.
Fotografías: Ivo Tavares Studio