Casa H integra de manera flexible vivienda, estudio y taller alrededor de un patio.
Una casa que también es estudio y taller. Flexible y fluida; interior y exterior. Casa H, de la arquitecta Marina Senabre, nace de las nuevas formas de habitar en la era post-pandemia.
La flexibilidad inherente a las nuevas formas de habitar
Ubicada en un bajo en el centro de València, Casa H explora las necesidades que surgieron a raíz de la pandemia. Un nuevo estilo de vida en un escenario insólito que habla de fluidez y flexibilidad. De un interior que abraza al exterior y viceversa.
Marina Senabre ha dibujado una vivienda totalmente convertible. En sus 80 m2, la arquitecta valenciana ha logrado integrar de manera orgánica el estudio, el taller y el hogar de una pareja de diseñadores. Las tres zonas están unidas por un patio central.
Una intervención respetuosa con los elementos preexistentes que se adapta y evoluciona al mismo ritmo que sus habitantes. Conceptos abiertos que proponen desdibujar los límites entre interior y exterior, y que conectan con continuidad todos los espacios.
El patio y la cocina son el corazón de la casa
El patio se presenta como el auténtico catalizador de la vivienda. En torno a él, se unen las diferentes estancias. Sus dimensiones permiten que no funcione únicamente como una zona de paso, sino también en un acogedor rincón de calma.
La cocina se abre al patio acristalado y aparece como una extensión de él. Se trata de un espacio esencial, tanto en la vida personal, como en la laboral. De esta forma, el patio y la cocina se convierten en el corazón de la casa. El lugar que albergará la mayor parte de las vivencias y desde donde se obtiene la perspectiva de todo lo que sucede en Casa H.
Entre el Mediterráneo y Japón
Marina Senabre ha jugado con el origen y la contemporaneidad. La vivienda habla de ese concepto tan mediterráneo de casa-patio a la vez que introduce reminiscencias de Japón. Del absoluto respeto y admiración por el espacio original.
La materialidad de la casa pone en valor su historia, ya que conserva la carpintería de hierro natural original, el pavimento de madera o la pared de hormigón. Los nuevos elementos arquitectónicos y decorativos acercan a Casa H a la estética japonesa.
De esta forma, el interior se ha vestido con carpintería en abedul, pavimento continuo de hormigón y cerramientos ligeros y flexibles. Además, un profundo color verde se cuela en la cocina y evoca la calma y la armonía que imperan en los interiorismos nipones.
Fotografía: Milena Villalba