ÄNG, el restaurante invernadero de Norm Architects en medio de la pradera.
Un restaurante con Estrella Michelín ubicado entre los viñedos suecos. En él, el estudio danés Norm Architects ha diseñado ÄNG, un espacio que sorprende por su gastronomía, su estética de invernadero y su bodega subterránea.
En conexión con el entorno
ÄNG es mucho más que una experiencia gastronómica. De hecho, la relación con el espacio comienza incluso antes de entrar a él. Un sinuoso camino a través de los exuberantes campos del viñedo sueco de Ästad Vingård conduce hasta una construcción acristalada. El restaurante se alza como un resplandeciente invernadero en mitad de la pradera.
Sin duda, Norm Architects ha encontrado para ÄNG la receta perfecta que combina arquitectura, diseño de interiores, arte, vino y gastronomía. Una estimulante experiencia de alta cocina para desconectar y, simplemente, disfrutar de esta exquisita propuesta.
Ya en su interior, una estructura de hierro sostiene este restaurante de fachada acristalada. De esta forma, se consigue una sensación de inmersión total en el tranquilo y bucólico paisaje sueco.
El suelo de piedra del camino se extiende hasta el interior, mostrando la fuerte conexión entre ÄNG y su entorno. A la entrada, sorprende una cocina abierta con una encimera de piedra de líneas sencillas.
Mobiliario de Karimoku
La exquisita selección de mobiliario viene de la mano de la firma japonesa Karimoku. Muebles de salón de madera maciza y suave tapicería. Camareras, mesas, sofás y sillones con formas esculturales y sinceras.
Con esta colaboración, Karimoku ha completado su sexto Case Study junto a Norm Architects y Keiji Ashizawa Design. Una colección que habla de la sensibilidad japonesa y de la influencia de los paisajes vírgenes de Suecia. Así pues, ÄNG se convierte en un lugar único; en el punto de encuentro entre naturaleza y diseño. En definitiva, en una experiencia holística y sensorial que refleja a la perfección la identidad del restaurante.
La bodega subterránea
Conforme avanza la velada, ÄNG conduce a sus invitados hacia un ascensor oculto que los acompaña bajo tierra. Tras sus puertas, aparece una oscura bodega con aspecto de catacumba. Un espacio de atmósfera tenue en el que degustar los mejores cosechas de este viñedo.
Norm Architects ha generado un juego de luces y sombras a través del fenómeno claroscuro. Al entrar en la bodega, la vista pierde fuerza mientras los demás sentidos se agudizan. De esta forma, el tacto, los sonidos, los olores y los sabores adquieren mayor potencia y el instinto y la intuición se despiertan.
Esta transición ha sido diseñada al detalle. Para enfatizarla, las baldosas cortadas como si fueran ladrillos evocan esa sensación de estar en una cueva. Estas continúan hasta encontrarse con el suelo de madera del comedor principal. En él, vuelve la luminosidad en un espacio acristalado con vistas al lago y a la rica naturaleza que lo rodea.
ÄNG es la representación gastronómica de la naturaleza sueca. Un restaurante que habla de su entorno de forma honesta y contemporánea a través de su arquitectura y su interiorismo.
Fotografía: Jonas Bjerre-Poulsen