Sierra + De La Higuera diseña una vivienda en Madrid que emana calma y serenidad.
El estudio madrileño Sierra + De La Higuera ha transformado una vivienda de 70m2 en un remanso de paz que destacada por la calidad de sus materiales y acabados.
Interiorismo consciente
Aunar en una reforma integral simplicidad y calidad no es algo fácil. Si a ello le sumamos el hecho de contar con piezas únicas hechas a medida, parece misión imposible. Por ello, es necesario reconocer el talento -más aún si es joven- de estudios de arquitectura e interiorismo que logran tal proeza en sus proyectos.
Un buen ejemplo son los madrileños Sierra + De La Higuera. Desde que iniciasen su andadura profesional en 2017 han desarrollado multitud de proyectos. Todos ellos con un denominador común: la sobriedad y la importancia de los detalles, con piezas diseñadas a medida para cada obra.
Un gran mueble central organiza el espacio
Formalmente, esta vivienda de 70 m2 se compone de dos habitaciones, un baño, cocina y salón-comedor. Para poder articular las piezas de manera dinámica y evitar espacios perdidos se plantea un gran mueble central. Diseñado a medida para este proyecto, este elemento multiusos se utiliza como librería, sofá y mesa de comedor.
Además, este diseño propio de Sierra + De La Higuera actúa como un gradiente de privacidad separando la zona privada de la zona pública de la vivienda. De este modo, en una de sus caras se aprecia una librería y por el lado opuesto organiza el baño y los dormitorios.
Piezas de diseño, materiales nobles y una cocina en tono caldera
La materialidad del proyecto responde a una voluntad de crear espacios donde reina la calma y la serenidad. Para conseguir dicho objetivo se utiliza una paleta cromática cálida en tonos neutros.
El contrapunto de color lo aporta la cocina. Destaca por el tono caldera de sus frentes que combina a la perfección con las aguas grisáceas que se dibujan en la encimera de mármol.
Por último, vale la pena destacar las piezas de diseño que se han incluido en el proyecto. Ejemplo de ello son la lámpara de comedor de Muller Van Severen, el aplique de latón del comedor de Contain o las butacas de cuero y nogal originales de los años 60 de AG Barcelona.
Fotografía: Pablo Gómez-Ogando
