Leppanen Anker diseña una vivienda de forma ondulada y vistas a los Andes.
Selva Alegre es el nombre que recibe esta vivienda diseñada por el estudio ecuatoriano Leppanen Anker Arquitectura. Situada en el Valle de Los Chillos, en el tramo central de la Cordillera de los Andes, toma como referencia arquitectónica las históricas haciendas españolas.
Vistas de 360º sobre la Cordillera de los Andes
La relación que establece un proyecto arquitectónico con el entorno que lo circunda puede ser de negación o contemplación. El primer caso sucede cuando el edificio quiere generar un ecosistema propio y alejarse -por ejemplo- de una trama urbana densa y ruidosa. La situación contraria se da cuando el proyecto goza de unas vistas privilegiadas y quiere abrirse por completo al exterior.
En esta ocasión, la casa Selva Alegre forma parte del segundo grupo tipológico. Diseñada por el estudio ecuatoriano Leppanen Anker, esta vivienda unifamiliar busca unificarse conceptual y visualmente con las montañas que la rodean.
Para lograr dicho objetivo, la planta de forma hexagonal se deja lo más libre posible. De este modo, los 450 m2 que configuran el programa funcional fluyen sin obstáculos visuales bajo una gran cubierta ondulada que alcanza los 6 metros de altura en el punto más alto.
Reinterpretación tipológica de una hacienda
Formalmente la vivienda toma como referencia arquitectónica las centenarias haciendas de tradición española, un tipo edificatorio muy extendido en Latinoamérica. Este proyecto reinventa dicho concepto y lo actualiza a las necesidades domésticas actuales pero sin olvidar su esencia original. Esta es palpable en el interior, lleno de referencias históricas y piezas artesanales fabricadas por comunidades indígenas locales.
Además, se ha priorizado el empleo de materiales asociados a la construcción tradicional como la madera, la piedra y el barro. El proyecto de Leppanen Anker quiere reivindicar la arquitectura circular y reducir la huella de carbono que generan los proyectos construidos fundamentalmente con hormigón.
Madera laminada y parametrización digital
La materialidad del proyecto destaca por el empleo de acabados naturales. Las envolventes exteriores cuentan con piedra local blanca y beige, vidrio laminado y tejas de barro de fabricación local. El interior sigue la misma línea utilizando madera natural de eucalipto para el pavimento de los dormitorios y piedra en las zonas de estar.
Para finalizar, no podemos dejar de comentar el elemento estrella del proyecto: la estructura de madera laminada de pino que sustenta la cubierta. Para su construcción se siguió un proceso prefabricado mediante un modelo 3D paramétrico que permitió ensamblar más de 500 piezas en menos de 6 semanas.
Fotografía: Bicubik