Vallribera Arquitectes multiplica el espacio interior de esta vivienda en el Vallès.
Una vivienda entre medianeras y desarrollada en su totalidad en planta baja ha sufrido una transformación completa por parte de Vallribera Arquitectes. El objetivo era adaptarla térmicamente para hacerla habitable y adecuarla a las necesidades domésticas actuales de los nuevos inquilinos.
Ampliar el espacio sin aumentar el volumen construido
El gran reto de esta reforma consistió en dotar a la vivienda existente de más metros cuadrados útiles, pero sin la posibilidad de ampliar el volumen construido. La coyuntura se complicó debido a la restrictiva geometría de la parcela: se trataba de una vivienda entre medianeras, dos fachadas y una sola planta de altura.
La pericia de Vallribera Arquitectes llevó el interior a su máximo aprovechamiento espacial. La generosa altura con la que contaba esta vivienda en el Vallès, gracias a la cubierta a dos aguas, permitió ganar una planta a modo de altillo.
De este modo, la nueva vivienda queda dividida en dos niveles. En la planta inferior, la cocina se ubica bajo el altillo. En cambio, la habitación y la sala de estar cuentan con doble altura ya que la planta superior queda retranqueada.
El altillo, que se sustenta mediante vigas metálicas y tableros de madera de OSB, acoge la habitación de los niños y un pequeño estudio. La idea era crear una zona independizada mediante la propia geometría. Además, cuenta con luz natural gracias a los lucernarios dispuestos en la cubierta inclinada.
Mejoras en la envolvente para adaptar térmicamente la vivienda
Para lograr confort interior, se ha mejorado considerablemente las prestaciones térmicas de la envolvente. No solo se ha aislado la cubierta, sino también las demás superficies en contacto con el exterior: las fachadas, medianeras y la solera.
Color azul, tableros de madera y ladrillo visto
La materialidad de esta vivienda en el Vallès viene dada por la realidad constructiva de la misma. De este modo, se dejan vistos los muros de ladrillo, así como la subestructura del altillo, los paneles OSB y las jácenas de madera que sustentan la cubierta.
El contrapunto cromático lo aporta el color azul, presente en varios elementos significativos del proyecto: el pavimento de linóleo de la planta primera, algunos elementos metálicos o la protección solar exterior.
Fotografía: José Hevia