‘Segunda piel’, la cuidada rehabilitación de danielmsantos en Figueira da Foz.
El estudio de arquitectura e ingeniería danielmsantos firma este proyecto de rehabilitación en Figueira da Foz, Portugal. Un edificio construido hace dos siglos, que el arquitecto Pedro Daniel Santos moderniza desde una visión profundamente respetuosa con el carácter, la belleza e historia de la arquitectura original.
Con una estrecha relación con el río Mondego, la que en su día fue una casa solariega y sede de Servicios Municipales se reinventa como un espacio inundado con recuerdos de la belle époque. Una nueva historia con la que se reinterpreta el pasado desde un enfoque audaz y que da respuesta a los nuevos paradigmas sociales y urbanísticos.
El cobre como elemento unificador
El cobre se erige como el nexo de unión entre lo existente y lo nuevo, que envuelve todo el edificio como un todo que se expande en el espacio. Unas veces aportando un toque de contemporaneidad, a través de formas atrevidas y angulosas, otras desde su esencia más tradicional.
El patio, nuevo corazón del edificio
En voladizo sobre el patio, la «burbuja» –nombre con el que se conoce a la parte más visible de la nueva intervención– otorga una nueva e irreverente imagen al edificio. Foco de atracción de todas las miradas, funciona además como entrada y espacio de acogida del edificio, asumiendo las funciones de recepción y oficina principal.
«El patio invita a entrar en el edificio», cuenta el danielmsantos, que destaca la nueva relación que este nuevo corazón logra entre el edificio y la calle. Además de proporcionar espacio para el estacionamiento de vehículos con una estación de carga eléctrica y un área técnica/sala de máquinas, el patio ofrece una total accesibilidad a personas con movilidad reducida.
Una segunda planta que gana altura
Para maximizar el aprovechamiento de la planta segunda, se aumenta la altura de la zona más interna conservando la de la cumbrera. Una solución que además promueve la interconexión entre lo antiguo y lo nuevo, dando un aspecto contemporáneo al edificio sin interferir con el paisaje urbano que lo rodea.
En el interior, el edificio se adapta a su nuevo uso, a través de una intervención minimalista que redistribuye el espacio. De esta forma se logra una sutil fusión entre lo contemporáneo, la usabilidad y la preservación del carácter atemporal del edificio.
Impresionantes techos de escayola
La estética exuberante y técnicas constructivas artesanales originales se recuperan, dando especial protagonismo a los techos de escayola y molduras que adornan toda la primera planta, las pinturas efecto mármol de los pasillos o el tabique que ahora divide los baños.
La paleta de tonos que tiñe el interior logra crear un ambiente perfecto de trabajo y resaltar la colección ecléctica de arte y muebles que habitan el edificio.
El edificio, originalmente ya luminoso, gana luz gracias a sutiles detalles como los nuevos ventanales de la última planta y una muy acertada elección de materiales y colores.
Fotografía: Ivo Tavares Studio