Espacios en crudo inundados de luz en esta casa escalonada en Girona.
El estudio Sau Taller d'Arquitectura firma el diseño preciso de esta casa en Girona en la que todo se orienta a buscar la máxima luz posible. Una vivienda escalonada con espacios sin ornamentos, donde la arquitectura se convierte en protagonista.
Sin ornamentos, dejando a los materiales expresarse, y con una arquitectura pensada para aprovechar al máximo la luz. Así es esta casa en Girona diseñada por Sau Taller d’Arquitectura. Una vivienda de 245 metros cuadrados pensada para conectar los interiores con el patio y crear espacios flexibles y abiertos. Gracias a su volumetría escalonada, todas las estancias disfrutan de luz solar. Su orientación, con el patio hacia el sur y la calle en el norte, favorece asimismo el aprovechamiento de la luz natural.
Juego de volúmenes
La única estancia que no cuenta con iluminación natural directa es el garaje, orientado hacia la calle. Aún así, tiene soleamiento cenital, a través de la planta superior. En la planta baja, con acceso al patio, se encuentra una amplia zona común. Sala de estar, cocina y comedor comparten esta zona, que es la más amplia de la casa. Con altura libre de 3,5 metros y grandes puertas al patio, se difuminan los límites entre exterior e interior.
En la planta intermedia se encuentra la suite principal y otra habitación. Ambas cuentan con un balcón corrido, por lo que también se conectan al exterior de una forma directa. Sobre el garaje, se encuentra un espacio conectado con la terraza y solárium. Cada nivel y estancia cuenta con una altura libre. Mientras la zona común y el estudio superan los 3 metros de altura, las habitaciones mide 2,5 metros.
Materiales puros y sin ornamentos
El uso de los materiales da carácter y personalidad a este proyecto. Estructuras metálicas, hormigón, forjados de chapa y madera de abedul, lucen sin ningún tipo de ornamentos. En crudo, los materiales se convierten en los verdaderos protagonistas del interiorismo. Gracias a esta sencillez, se favorece una mayor flexibilidad en el uso de los espacios. Sin ruidos decorativos, cada estancia se puede adaptar fácilmente a las necesidades de sus habitantes.
La chapa es utilizada en forjados y en los techos. El uso de este material permite que se refleje la luz natural, de manera que la chapa actúa como difusor, reflejando la luz desde las fachadas hacia el interior de la vivienda. Mientras, el hormigón y la madera de abedul, configuran una paleta de colores neutra y muy acogedora. La sencillez y la austeridad se convierten en valores añadidos en un concepto de diseño pensado para hacer la vida más fácil.
Fotografías: Andrés Flajszer