La delicada vivienda-atelier de una pareja de artistas en París.
Atelier NEA ha renovado este estudio para una pareja de artistas en París. Un espacio de 80 metros distribuidos en tres plantas, construido en los años 40 en un callejón escondido de la capital parisina, y que ahora emerge como una cuidada y delicada vivienda.
Atelier NEA
Los propietarios, una pareja formada por una artista de Oregón y un trabajador de la industria del cine, encargaron a Atelier NEA la creación de un espacio íntimo que reflejase su personalidad y forma de vida. Una casa cuidadosamente diseñada, donde cada objeto y obra de arte tienen su razón de ser.
Creado a partir de objetos y características del espacio original, como la gran ventana de acero con vistas a la terraza privada, un arce viejo, un espacio de doble altura lleno de luz natural y una claraboya, Jean Moulin Atelier combina lo doméstico con lo artístico.
Un interior abierto al exterior
Aunque el proyecto conserva la tipología original del estudio, el cambio en las posiciones de las dos escaleras, desde la parte trasera de la casa hacia el frente, mejora la especialidad. Situadas ahora en el espacio a doble altura, generan un diálogo permanente con el exterior.
Separadas, tanto las zonas más públicas como las privadas se diseñan flexibles y adaptables. «La planta baja diáfana, donde se ubica la cocina, permite vivir sin jerarquías internas», cuentan los arquitectos. Versátil y abierta, puede utilizarse como estudio de artistas o sala de estar.
Una privacidad que crece en altura
Según se asciende en altura, las estancias se vuelven más privadas, con los dormitorios, un baño, un vestidor y la zona de estudio en las plantas superiores.
En la entreplanta, la altura del techo se reduce en el dormitorio, generándose una relación más cercana con el cuerpo humano que potencia la privacidad. Tres puertas correderas extragrandes de madera maciza de sicomoro y yute natural lo independizan de la doble altura.
Abuhardillada, la última planta se reserva para el descanso de los huéspedes. Al igual que la de los propietarios, su diseño se aleja del de un dormitorio convencional.
Mobiliario de madera a medida
Hechas a medida, las puertas correderas de yute funcionan como pantallas visuales, al tiempo que permiten la entrada de luz y ventilación. Con todas las estancias, incluidos el baño y el vestidor, abiertas al exterior, se añadió una gran ventana en la segunda planta para permitir la entrada de más luz natural.
El proyecto adopta la madera de arce sicomoro como material principal de una intervención que, además, incorpora acero, yute tejido, hormigón y mármol de Carrara.
Para reducir la necesidad de incorporar mobiliario adicional, Atelier NEA diseñó todos los muebles empotrados que revisten la casa. Un espacio de distribución diáfana y materiales naturales y muy ligeros.
Fotografía: Lorenzo Zandri